El Ayuntamiento de Punta Umbría, la Asociación Encuentros del Sur y el servicio de cooperación internacional de la Diputación de Huelva han realizado un reparto de ceniceros de playa dentro del proyecto Fomentando los valores de la solidaridad en la provincia de Huelva.

Según ha indicado Tamara Cazorla, concejala delegada de Medio Ambiente, Turismo y Playas, se trata de “facilitar a los bañistas material para evitar que arrojen colillas en la playa y reducir su presencia en la arena, práctica que afecta a nuestro medio ambiente e incide en la imagen de nuestras costas”. 

Una colilla tarda en desaparecer entre uno y dos años si es en medio acuático, manteniendo la toxicidad durante todo ese tiempo.

Para contribuir al mantenimiento y limpieza de los arenales se repartieron el pasado fin de semana los ceniceros entre los usuarios de la playa. Estos depósitos pueden ser reutilizados por lo que, como subraya Cazorla, “solicitamos la colaboración de los ciudadanos para que no los dejen tirados y los vuelvan a traer la próxima vez que los necesiten”. 

Aún son muchos los que usan la arena para apagar y depositar las colillas. O quienes utilizan latas vacías o botes de bronceador como ceniceros, arrojándolo todo después al cubo de la basura y evitando así su reciclaje. 

En palabras de la edil de Playas, “el mayor problema radica en la concienciación de la gente de que el cenicero sea vaciado en las papeleras o contenedores y nunca en la arena de la playa a la hora de marcharse, lo que no hace que desaparezcan las colillas de la arena”. 

Con el depósito de las colillas en el cenicero se evitan también las quemaduras producidas al pisar colillas aún encendidas o mal apagadas.

La delegada de Medio Ambiente ha recordado, asimismo, que “la salud de los océanos está íntimamente ligada a nuestra salud”. De acuerdo con la UNESCO, el océano puede ser un aliado contra la Covid-19: las bacterias que se encuentran en sus profundidades se están utilizando para llevar a cabo pruebas rápidas para detectar la presencia del virus. Además, la diversidad de especies del océano es prometedora para los medicamentos.

Cazorla ha concluido indicando que “la pandemia brinda una oportunidad para revivir los océanos y comenzar a construir una economía marina sostenible”.

Un informe de la Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia y el Pacífico sugiere que el parón de actividad temporal, así como la reducción de movimientos de los seres humanos y de las demandas de recursos debido a la pandemia puede proporcionar a los entornos marinos el respiro que tanto necesitaban para empezar a recuperarse.