Provincia

La Nava firmará una paz simbólica con Francia, pendiente desde 1815

  • Tras la Guerra de la Independencia el alcalde se negó a rubricar el documento · El acto se celebrará el próximo año

La Nava prepara los festejos que se celebrarán con motivo de la firma de la paz con Francia. Se trata de un acto de marcado carácter simbólico e histórico, ya que supone la recuperación de un episodio de la Guerra de la Independencia. En 1815, cuando se firmó la paz hispano-francesa, Fernando VII lo comunicó a todos los ayuntamientos de España. El entonces alcalde de La Nava respondió al rey que "era muy libre de firmar la paz", pero que su pueblo no lo haría hasta que, al menos, los franceses repusieran "el pan, el queso y el vino" que les habían robado.

El alcalde de La Nava, Francisco Fernández, explicó ayer al presidente de la Diputación, Ignacio Caraballo, que el acto de la firma, que está previsto que se celebre el próximo año, contará con la presencia de una representación diplomática de Francia, además de autoridades provinciales y autonómicas. El presidente de la Diputación aseguró que la institución provincial colaborará con este acontecimiento que tendrá una "gran trascendencia dentro y fuera de la provincia", por el interés que contiene desde el punto de vista histórico y cultural.

Un ejemplo singular de la Guerra de la Independencia en Huelva está representado por el guerrillero Robustiano Carvajal Arellano, conocido como El Tiznao de La Nava. El martes santo, 11 de abril de 1811, las tropas francesas se desplazaron desde la Prefectura de Aracena por el camino real de Sevilla a Cortegana y Aroche. Una compañía se acercó por las cañadas a La Nava. Los soldados asaltaron el Ayuntamiento y lo quemaron con su archivo.

Acabaron en el pósito, donde se llevaron el pan, el queso y el vino de los pobres de la romería de Nuestra Señora de las Virtudes y el escaso grano que aún quedaba de la última cosecha. Robustiano Carvajal, el Tiznao de la Nava, con una amplia experiencia guerrillera, quiso vengar la afrenta y atacó a los franceses, pero lo apresaron con su escasa partida.

Los vecinos de La Nava fueron forzados espectadores del fusilamiento del Tiznao y los suyos en el llano de la dehesa de la ermita, casi a la misma hora en que hubieran tenido que departir pan, queso y vino con sus visitantes, ricos o pobres.

Ignacio Caraballo, junto con el diputado territorial de la Sierra, José Luis Ramos, visitó las obras de restauración de la ermita de la Virgen de las Virtudes, en cuyo proceso colabora la institución provincial. Esta ermita mudéjar del siglo XIII -una de las más antiguas de la provincia- se encontraba prácticamente derruida y ha sido sometida a una actuación cuya primera fase ha supuesto una inversión superior al medio millón de euros. La restauración fue financiada entre la Diputación, la Consejería de Cultura, el Grupo de Desarrollo Rural y el Ayuntamiento de La Nava. Caraballo subrayó el "magnífico trabajo" de recuperación de la ermita gracias al empeño y al esfuerzo del Ayuntamiento. "Creo que la restauración y su adquisición por parte del Ayuntamiento es un gran logro no sólo para La Nava, sino para toda la provincia", dijo.

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