Provincia

Lucena: El día después de que el cielo dejara de brillar

  • El pueblo aún sigue intranquilo tras la jornada que cercó en llamas el municipio

  • El fuego afectó a varias fincas cercanas a la localidad pero ninguna quedó arrasada

Vista de la finca 'Bien te veo' tras los desperfectos

Vista de la finca 'Bien te veo' tras los desperfectos / Rafa del Barrio

Caos. Así describen los vecinos de Lucena del Puerto el incendio, y la posterior nube de humo, que terminó cercando su pueblo. Aunque las llamas no entraron en el pueblo, durante toda la tarde del martes una gran nube de humo, causada por el viento, provocó la desesperación en todo el que allí estaba. Desde el mirador de la calle Velázquez los residentes veían con incertidumbre como bajo sus pies el monte se quemaba mientras los efectivos movilizados, Infoca, bomberos y agricultores y ganaderos del pueblo cargados con cubos, mangueras y tractores, trabajaban controlar los focos activos.

Las llamas no arrasaron ninguna propiedad cercana al pueblo pero muchas fincas se vieron afectadas. Entre ellas la finca de José Manuel, Bien te veo, repleta de animales cuando las llamas comenzaron a causar estragos, “el fuego se coló en uno de los almacenes donde guardamos el heno de los caballos. Para que los bomberos pudieran trabajar tuvimos que tirar la cubierta con un tractor”. Pero la prioridad, para José Manuel eran los animales “para nosotros los animales eran lo primero, ya después vienen los daños materiales”.

Poner a salvo a los animales no fue, para José Manuel, un trabajo fácil, las llamas hacían muy difícil el transporte de un lado a otro de los caballos, yeguas y potros, mientras que el humo provocaba que estos se pusieran nerviosos, “es muy agobiante verse entre las llamas y el humo que era tan asfixiante. Tenías que respirar con mascarilla y tener paciencia sobretodo cuando todavía no estaban los caballos en la corraleta, a salvo. Pasamos mucho miedo no solo por nosotros si no también por que los animales estaban muy asustados”

Pero ayer, el día después de la nube de humo, los trabajos en la finca fueron a contrarreloj, “hemos tenido que cubrir los desperfectos muy rápido. El embalse de donde beben las bestias se quedó casi seco, y los caballos tienen que seguir bebiendo, por eso estamos trabajando desde muy temprano para que todo este listo cuanto antes” explicó el propietario.

El establo de José Manuel no fue el único afectado. La finca de la familia de Lucía, veterinaria, agricultora y ganadera de la zona ayudó a las labores de extinción mientras veía cómo las llamas se acercaban a su tierra, “en ese momento sientes impotencia, rabia, miedo. En mi caso, temía que llegase a la finca y acabase con años de esfuerzo y sacrificio que hay detrás de cada uno de los árboles que hay plantados que suponen nuestra vida, y nuestro día a día”.

En los trabajos de extinción, el Infoca y los bomberos no se vieron solos. Los vecinos del pueblo se volcaron en las labores de refresco de las zonas afectadas y en la creación de cortafuegos, Lucía entre ellos “como veterinaria me dediqué a retirar animales y llevarlos a instalaciones seguras pero también a hacer cortafuegos o a apagar las líneas de fuego con palas o azadones”.

Uno de los caballos de la finca 'Bien te veo' ya a salvo Uno de los caballos de la finca 'Bien te veo' ya a salvo

Uno de los caballos de la finca 'Bien te veo' ya a salvo / Rafa del Barrio (Lucena del Puerto)

El terreno suponía un reto para los operativos debido tanto al relieve, la pendiente, la maleza y el viento, dificultad añadida por las fuertes rachas que extendieron el humo. Esto terminó provocando que los dispositivos del Infoca o bomberos tuvieran más problemas, tal y como explicó la ganadera, “si no fuese por los agricultores o ganaderos que disponemos de tractores con gradas, cubas y herramientas para intentar controlar la zona, gradear las fincas o hacer perímetros para el fuego. Otro gallo cantaría. Si no llega a ser por la ayuda de los vecinos, hubiese sido muy difícil de contener. Es de agradecer la labor que han hecho cada uno de ellos, que ha permitido que esto acabase mucho antes”.

Pero el incendio no solo se vivió de primera mano en el campo. Unas fuertes rachas de viento provocaron que una gran nube de humo y ceniza se instalara durante toda la tarde en el municipio lucenero. “A partir de las 15:00 esto empezó a ponerse muy feo. Me subí a la azotea y vi como el viento cambiaba mucho y movía tanto el fuego como el humo” relató Manoli, vecina del pueblo que vivió como comenzaba llegar el cúmulo que arrastraba el viento, “tuvimos que cerrar todas las puertas y ventanas y nos recomendaron quedarnos en casa”. Pero estas recomendaciones no surtieron efecto. Muchos vecinos, en su mayoría niños y personas ancianas se echaron al centro del pueblo buscando salir de las entradas donde se estaban comenzando acercar las llamas, entre ellas Manoli “yo tengo a mi madre muy mayor, y tuvimos que salir de casa para que no le pasara nada”.

Desde el pueblo muchos vecinos se encargaron de refrescar las entradas, donde existen cuadras y zonas donde habitan animales, ante el miedo de que el humo solo fuera el preludio de algo peor, “cuando salimos de casa tuvimos que llevar una bolsa con lo imprescindible porque teníamos mucho miedo de perderlo todo. Teníamos el fuego casi en la puerta de casa”, narró una de las presentes que se unió a los muchos vecinos que se arremolinaban por el pueblo. “El aire era irrespirable, solo humo y ceniza. Mi casa ha quedado cubierta de ceniza que me está costando mucho limpiar” continuó otra vecina.

Todos los que vivieron el incendio ya fuera desde sus fincas, la primera línea de trabajo contra el fuego o bajo la nube de ceniza, llegan a la misma conclusión. Nunca, ningún vecino del pueblo, ha vivido nada igual. El día después se respira un aire de intranquilidad en las casas temiendo que, de nuevo, el viento reavive las cenizas del día anterior aunque todos esperan no tener que volver a vivir la pesadilla de un incendio así.

Destrozos causados por el incendio en el campo Destrozos causados por el incendio en el campo

Destrozos causados por el incendio en el campo / Rafa del Barrio (Lucena del Puerto)

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