Un total de 16 personas, entre ellas un menor de 17 años, han sido encontradas en las inmediaciones de la playa de Torre Carbonero, en las costas del Parque Nacional de Doñana, después de que el miércoles arribara una embarcación en la zona en torno a las 17:00.

Los inmigrantes, de los cuales cuatro fueron localizados ayer por la mañana, fueron encontrados por la Guardia Civil y la Policía Local de Almonte -que han trabajado en estrecha colaboración-, tal y como informaron a este diario fuentes municipales, y recibieron comida cedida gratuitamente por un supermercado de Matalascañas. Asimismo, todos ellos se han trasladado a Huelva, según confirman fuentes de la investigación cercanas al caso. Las investigaciones prosiguen ya que, además, la embarcación tiene capacidad para 20 personas.

Esta es la tercera patera que llega al litoral almonteño, concretamente a la zona costera del Parque Nacional de Doñana, por lo que se confirma así que este destino no es casual, sino que todo apunta a que es una nueva ruta diseñada por las mafias que hacen estos viajes entre África y España. La primera de las embarcaciones llegó a la costa almonteña el pasado mes de julio, mientras que la segunda lo hizo en septiembre.

El 9 de septiembre llegó una patera a las playas de Doñana en la zona conocida como el Malandar con más de 20 inmigrantes a bordo. Todos los inmigrantes localizados fueron trasladados a la zona de Bajo de Guía en Sanlúcar de Barrameda, donde fueron atendidos por la Cruz Roja.

El 14 de julio llegó la primera patera del año a las costas de Doñana. La Guardia Civil estimó que viajaban en ella más de 30 personas, entre ellas al menos un menor y dos mujeres, una de ellas embarazada. Todos fueron trasladados al CEI de Madrid.

En total, según las pateras interceptadas por la Guardia Civil, han llegado a Huelva alrededor de un centenar de personas. La presión de las fuerzas y cuerpos de seguridad sobre las rutas habituales de entrada de inmigrantes en la península hace que las mafias que controlan el tráfico de persona deriven el flujo hacia zonas más alejadas del Estrecho y menos habituales como la costa onubense.