El Ayuntamiento de Trigueros ha logrado mantener la popular rifa de los cerdos de San Antonio Abad, a pesar de la denuncia interpuesta el año pasado por la Abogacía Andaluza por la Defensa Animal (AADA), en la que esta organización sin ánimo de lucro se quejaba de que esta tradición estaba prohibida por ley desde el año 2003. Por este motivo, el Consistorio se vio obligado a pagar dos sanciones con un valor total de 12.000 euros, que finalmente se redujo a 7.200 euros por la opción del pronto-pago. Según el alcalde, “la primera de las multas estuvo motivada por la rifa de un animal vivo, que se solucionó con la entrega del animal en canal; y la segunda, por hacer una rifa, algo que está totalmente prohibido a excepción de si se piden permisos y se entregan determinados documentos”.

Desde entonces, el municipio ha venido trabajando con la Junta de Andalucía para dar continuidad a este sorteo. Para ello, “se han presentado la historia de San Antonio y de la rifa; se han mostrado las facturas de la compra de los cochinos y sus números; se han registrado los contratos de los trabajadores que los venden; se han abonado unas tasas; y se ha pagado una fianza en Hacienda”, según explicaba el regidor triguereño. “Algo tremendo”, finalizaba Romero, después de detallar el listado de requisitos que exigía la administración andaluza para preservar esta costumbre local. El alcalde trataba de quitar hierro al asunto, asegurando que “se trata de una novedad que hay continuar a partir de ahora, pero que dentro de unos años se verá como una costumbre”.