agricultura

El Andévalo Fronterizo saca a concurso en diciembre el riego de 5.500 hectáreas

  • El proyecto de la comunidad de regantes tiene un presupuesto de 28 millones de euros

  • A primeros de 2019 comenzarán las obras, con una duración prevista de dieciocho meses

La presa del Andévalo, en proceso de llenado completo.

La presa del Andévalo, en proceso de llenado completo. / H. información

El proyecto de la Comunidad de Regantes del Andévalo Fronterizo (CRAF) será una realidad a primeros de año. Todo está listo para que los comuneros puedan comenzar la puesta en riego de sus cultivos. La comunidad que preside Juan Antonio Millán ha dado los pasos necesarios para que salga adelante un proyecto que viene de lejos y que pretende poner en regadío unas 6.500 hectáreas.

Así, ya cuenta con los avales bancarios para hacer frente a los 28 millones de euros que cuesta el plan de regadíos y también una subvención de 12,4 millones de euros, concedidos por la Junta de Andalucía. La finalidad de estas ayudas es apoyar las inversiones necesarias para la ejecución de los proyectos de modernización de infraestructuras colectivas de riego y de puesta en riego de zonas declaradas de interés general, como es el caso de estos regadíos.

Tiene la concesión de agua inicial y cuenta con los permisos de servidumbre

El resto de la inversión será financiada por los 33 comuneros, empresas dedicadas a la producción y exportación agroalimentaria y con parcelas agrícolas y/o aptas ambientalmente para su transformación en regadíos para 5.500 hectáreas, que son las incluidas en el elenco de comuneros, más otras 1.000 hectáreas, según las previsiones del Plan Hidrológico Tinto-Odiel-Piedras (2015-2021).

Los técnicos han elaborado el pliego de condiciones para sacarlo a concurso público en la segunda quincena del próximo mes de diciembre, con la intención de que comiencen las obras a primeros de enero. El plazo de ejecución es de dieciocho meses, por lo que si todo transcurre según lo previsto estarían terminadas en julio de 2020.

En una primera fase se pondrán en regadío 5.500 hectáreas y posteriormente se alcanzarían las 6.500 de diversos tipos de cultivos. El proyecto incluye dos subsectores de riego: el sureste con 5.849 hectáreas en Puebla de Guzmán, Tharsis, El Almendro y Villanueva de los Castillejos, y un presupuesto de unos 25 millones de euros; y el norte con 717 hectáreas en Paymogo, con un presupuesto de 3 millones.

El proyecto del Andévalo Fronterizo cumple las condiciones requeridas en el marco del Plan de Desarrollo Rural 2015-21 que sigue las nuevas directrices de la UE para aplicar a las obras de regadíos, consolidación y nuevos regadíos, concediendo ayudas a proyectos cofinanciados con Fondos Europeo.

Asimismo, dispone de concesión de agua inicial y cuenta con los permisos de servidumbre de paso de las conducciones comunes que discurren siempre por terrenos de comuneros a los que se proporcionará agua en la parcela y se colocará un contador para medir el consumo.

Los regantes del Andévalo Fronterizo están muy esperanzados con el proyecto por las perspectivas económicas que representa para la zona.

Junto al proyecto del Andévalo Fronterizo existe otro de la Comunidad de Regantes Andévalo Minero (CRAM) que prevé la puesta en marcha de 2.800 hectáreas de regadío, por un montante de 12,5 millones de euros. El proyecto incluye parte de los términos de Calañas, El Cerro de Andévalo y Villanueva de las Cruces.

Así, en total serán 9.300 hectáreas con una inversión de algo más de 41,7 millones. Ambos cumplen todos los requisitos legales y cuentan con la Autorización Ambiental Unificada.

El proyecto de transformación viene de lejos. Se relanzó en 2004 con la construcción de la presa de Andévalo y en 2014 cuando se concluyó la impulsión a la Balsa de Cabezo los Pastos. En esta última etapa también se ha normalizado la situación administrativa de la presa de Olivargas en la que la Junta realiza obras de mejora.

La profunda transformación que la agricultura onubense ha experimentado en las últimas décadas se debe a la expansión del regadío, que ha pasado de ocupar apenas 4.000 hectáreas, en los años sesenta del siglo pasado, a más de 43.000 hectáreas en la actualidad, un crecimiento de la agricultura de regadío en el que las comunidades de regantes han jugado un papel importante.

El consumo de agua para riego agrícola ha aumentado más del 300% en los últimos veinte años en Huelva. La expansión de los regadíos se ha traducido en un incremento de los consumos y demandas de agua. El agua para riego representa más del 70% del total que suministra el Sistema Hidrográfico de Huelva, compuesto por el área de demarcación del Tinto, Odiel y Piedras, más la encomienda de servicio del Chanza. La creciente demanda de agua para riego ha llevado implícito un notorio aumento de las infraestructuras hidráulicas en las dos últimas décadas.

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