Ansia viva

Óscar Lezameta

olezameta@huelvainformacion.es

Hay que ver lo que nos cuesta todo

La lucha de Huelva por sus infraestructuras tiene toques de novela negra con un humor que cada día hace menos gracia

Hasta ahora, los más de cinco años que llevo entre ustedes, me han dado para escribir un libro. Marajabique me dio para una novela cómica con toques de terror y momentos de verdadero gore. Alerta spoiler: a puntito estuvieron de ganar los malos, esos que parece que todavía no lo han digerido del todo a la luz de las sinsorgadas que uno tiene la oportunidad de leer en el dichoso Twitter. Durante esas semanas y meses, comprobé como de poco sirve el esfuerzo, las cosas bien hechas, la búsqueda de lo mejor, no sólo para tí, sino también para quienes la vida ha colocado en tu camino. Presiones, insultos, amenazas y ceses adornaron esta historia de la que alguna vez me escucharán hasta los últimos detalles.

En el último año tengo para otro. El proyecto CEUS es una versión corregida y aumentada, pero con una diferencia respecto al anterior; a veces, el enemigo estaba dentro. Son como esos personajes de Benjamin Black, que te llevan a lo largo de sus páginas para descubrirte que el malo se encontraba más cerca de lo que creías; o de ese Glasgow de Alan Parks en la que todo es perverso, sin un atisbo para un rayo de sol, e incluso las historias de Ian Rankin en los que la tristeza de la realidad no deja sitio a la esperanza. Una novela negra, negrísima que es la historia de la lucha de Huelva por sobrevivir.

Porque el nudo gordiano de esta provincia no es que nuestros representantes políticos sean malos -que lo son como la carne de pescuezo-, sino que ya no se esfuerzan en disimular que les da exactamente igual. Sólo ven las luces de su líder, el sectarismo más ridículo en el que parece que las va la vida, incapaces de decir, pensar, creer o ni siquiera ver más allá del logo de los suyos. Un proyecto que era bueno para todos, se tiñó de todos los colores (lo del CEUS cabalga en un cohete color naranja no lo he podido olvidar todavía, Julio) menos del que debería.

No creo romper ningún off the record, entre otras cosas porque lo dije yo mismo, de la conversación que tuve con el consejero de Economía (lo mejor de la Junta junto con Juan Bravo), Rogelio Velasco, cuando al terminar de recoger sus reacciones sobre la aprobación de la Declaración de Impacto Ambiental le respondí a una cuestión que me dejó sobre la mesa: "confiesa que tu tampoco confiabas en que esto saldría adelante". No me pude contener: "consejero, está el asunto tan avanzado que no sé cómo alguien podrá cagarla, pero estaré pendiente porque son capaces de hacerlo". Tras colgar el teléfono, lo primero que pensé fue "cómo se te ocurre hablarle así a un consejero". Lo segundo fue que los creo capaces de cagarla pero bien. A lo largo de dos años he visto cosas que lo de Orion de Blade Runner era un capítulo de los Lunnis.

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