Nadie podía pensar hace casi cinco años que sería capaz de salir adelante. Después de veinte años al servicio de los más desfavorecidos, la crisis hacía de las suyas con una fundación ejemplar en Huelva, con una entidad que ha trabajado hasta la saciedad con familias, niños y jóvenes en peligro o situación de exclusión social. Pero a pesar de todo y cuando los números recomendaban lo contrario, Valdocco ha seguido con su labor, hasta el punto de atender a una media de 300 onubenses cada día. Sin importarle su situación y anteponiendo las necesidades de los colectivos más desfavorecidos a las que su balance económico le reclamaba.

Eso pone de relieve la importancia de su trabajo (muchas veces callado), pero también la de una realidad a la que muchos dan la espalda en Huelva. Un problema que se endurece porque cada vez son más jóvenes las personas que pasan por sus instalaciones. Como ocurre en las de Cruz Roja, que atendieron a más de 53.000 onubenses a lo largo del último año. Son solo dos ejemplos que la actualidad ha querido sacarlos a la luz esta semana.

Desde fuera, la admiración se repite y cada vez es mayor, porque sorprende la capacidad para poder dar respuesta a tantos miles de personas. Pero desde dentro lo ven con otros ojos y tienen claro que es cuestión de "querer sacar adelante a las personas". De querer poner en marcha nuevas iniciativas para evitar que los más jóvenes acaben deambulando por las calles tras abandonar de forma prematura los estudios, que los mayores puedan tener una comida que llevarse a la boca o un sitio donde dormir y que los niños puedan estar en mínimas condiciones de salubridad muchas veces.

El viernes se constituía la nueva Diputación y su presidente incidía en la importancia de las administraciones locales para dar respuesta a las necesidades reales de la sociedad, para desarrollar las políticas de empleo y sociales, que ahonden en los problemas reales de la ciudadanía.

Hace dos semanas, hacía lo propio el alcalde de Huelva, que también priorizó las políticas sociales y la respuesta a los problemas reales de los onubenses . Pues aquí hay uno y las instituciones (ya no hay excusas después de medio año en período electoral) son esenciales para poner en marcha mecanismos encaminados a la formación y el empleo, esenciales para salir de la precariedad.

"Sólo hay que querer sacar adelante a las personas".