‘Rojos’ de nuevo

Tenía ganas de volver a verla y el otro día lo hice: Me refiero a la película,dirigida por el actor y realizador, Warren Beatty, Reds (1981), basada en el libro del periodista John Reed, Diez días que estremecieron al mundo, el único americano enterrado en el Kremlin, notable activista contra la intervención de los Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial y destacado miembro del grupo de intelectuales que promovieron los movimientos socialistas y comunistas en el país. Reds (Rojos) figura entre las primeras de las 35 películas preferidas por la izquierda según el artículo publicado en el Diario Liberade por Antonio Santos.

Avivó mi interés por John Reed la película México insurgente (1970), de Paul Leduc, que vimos en el Cine Club Huelva, basada en el libro que narra la revolución mexicana de 1913. Poco después me prestaron la versión francesa de Diez días… editada por Éditions Sociales de París en 1958, cuya traducción se publicó en España en 1980 y que tengo en una excelente edición. Su lectura es absorbente y apasionante cualquiera que sea el pensamiento político del lector.

El propio Lenin en su Prefacio a la edición norteamericana escribía en 1919: “El libro de John Reed ayudará a esclarecer este fundamental problema del movimiento obrero universal”. Su biógrafo, o, mejor, hagiógrafo, Albert Rhys Williams, elogia fervorosamente los méritos del autor y asegura que más que las lecturas de Marx, Engels y Lenin, su experiencia como “un revolucionario consecuente y de mentalidad científica” vivida en las propias entrañas de la Revolución de octubre cuando los bolcheviques conquistaron el poder del Estado en Rusia, “le ayudó a comprender el proceso histórico y la marcha de los acontecimientos”.

Y Beatty supo narrarlos con asombroso rigor, fidelidad y poderío documental. Entusiasma su don de ubicuidad, su presencia en los debates, en la disolución del parlamento, en el levantamiento de las barricadas, la toma del Palacio de Invierno, en las manifestaciones, recreadas en secuencias de emotivo y épico realismo con el fondo sonoro de la Internacional.

Los debates en el partido comunista-socialista estadounidense nos recuerdan muchas situaciones bastante cercanas y, en muchos aspectos, lamentablemente vigentes.