El puente de las promesas rotas

El puente lleva más de diez años condenado a una oscuridad y un abandono indecentes sin que nadie haga nada

Es una carretera negra, inquietante, que apenas deja ver lo que ocurre a tres palmos de tus narices. Una carretera amenazante, flanqueada por aceras grises y rotas de las que sobresalen, como si no fuera con ellas, alegres flores amarillas que han conseguido agrietar el cemento, reblandecido de tanto abandono. Nada más entrar, un escalofrío te recorre los brazos de abajo a arriba, desde el dedo índice hasta los hombros, y luego te eriza la piel de la nuca mientras sujetas el volante con fuerza y te dices: "vamos allá", y frunces el ceño, como para meter miedo a lo que esté por venir, aunque en realidad eres tú quien está asustado, quien anda a ciegas. Y aún así lo haces, oye, y a veces lo haces tan a menudo que casi te olvidas del peligro. Miras al frente, hasta donde te da la vista, y echas a andar carretera adentro como el que se lanza al fondo del pozo: sabiendo cómo empiezas, pero no cómo acabas. Pensando que todo irá bien aunque tengas la certeza de que siempre habrá algo que pueda salir mal. Y de que, desde luego, no lo verás venir.

Si cruzar de día el Puente del Odiel es pura incertidumbre porque nunca sabes cuánto vas a tardar, hacerlo de noche es un pasaporte a lo desconocido. Una terrorífica aventura para quienes pasan por allí de vez en cuando y un peligroso trámite para quienes lo hacen a diario. El Puente del Odiel lleva más de diez años condenado a una oscuridad indecente sin que nadie haga nada. Bueno, en realidad sí que hacen: nosotros nos quejamos y ellos nos engañan, para variar. La consejera de Fomento de la Junta de Andalucía (que es del PP, el mismo partido que tanto se indignó en su día contra el PSOE por este mismo tema) se ha tirado cuatro años diciéndonos que en unos días se arreglaba todo. Que si se va a licitar, que si se ha licitao, que si sí y que si no, pero que a lo mejor mañana o el año que viene o puede que en un mes… Tiren de hemeroteca y descubrirán cuatro años de trolas, con el colofón de los dos últimos, que han sido de choteo nivel dios. Ahí van algunos ejemplos: "Solución a las carencias lumínicas del puente del Odiel" (febrero de 2019), "Carazo asegura que este año se licitarán la primera fase de ampliación de la A-483 y la iluminación del Odiel" (febrero de 2021), "La Junta anuncia la licitación "en días" por cuatro millones de la iluminación completa del puente del Odiel en Huelva" (octubre de 2021) o este último, de marzo de 2020, que como traca final es simplemente maravilloso: "Un carril reversible aliviará los atascos en el puente del Odiel en el verano de 2021", decían los titulares acerca del proyecto Innova Odiel, un paripé más de esos a los que tan habituados nos tienen nuestros representantes políticos. Mientras, en el PP de Huelva no solo se callan la boca, sino que encima aplauden cada falsa promesa, no sea, claro, que se enfaden en San Telmo y les quiten el iPhone.

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