Crónica Personal

El problema de Casado es Casado

No hay un movimiento para desbancar a Casado, pero sí hay una sensación en el PP de que su presidente no acierta

No es Bárcenas el principal problema al que se enfrenta el PP, tampoco es la corrupción que presuntamente se vivió en el partido en tiempos pasados, aunque no ayudan los muchos casos acumulados. Los tuvo el PSOE infinitamente más graves y, sin embargo, tanto Zapatero como Sánchez supieron gestionar el asunto, hasta el punto de que se atreven a arremeter contra la corrupción del PP.

El problema de Pablo Casado, y por tanto del PP actual, es él mismo. Desde el primer momento se advirtió que Casado demostraba escasa experiencia para ejercer con eficacia el liderazgo de la oposición, y estos últimos días ha cometido errores tan graves que ha puesto en riesgo la supervivencia del PP.

Cuando Carlos Herrera le preguntó por las acusaciones de Bárcenas, Casado le respondió: "Ese PP ya no existe", como si él no tuviera vinculación con el PP de hace años, cuando todo el mundo sabe que le debe su carrera a Aznar primero y a Rajoy después, que fue quien le llevó a la dirección nacional. Horas depsués levantaba aún más polémica al explicar que se había negado a ejercer su papel de portavoz ante los acontecimientos del 1-0 en Cataluña porque no estaba de acuerdo con la posición del partido. "Siempre he defendido que el 1-0 no se tenía que haber permitido". Así no se ganan votos para el PP, y un partido desaparece si pierde a sus votantes.

No hay un movimiento para desbancar a Casado, tampoco hay una operación de Feijóo para hacerse con el partido, ni hay dirigentes cercanos a Rajoy tratando de mover la silla a Casado. Son bastante más leales de lo que se dice. Pero sí hay una sensación generalizada en el PP de que su presidente no acierta.

No ha acertado como líder de la oposición, y eso que nunca ha habido en España Gobierno más desastroso y, por tanto, posibilidad para el PP de ganar sobradamente las próximas elecciones. Sin embargo, el PP de Casado no sube. La mayoría de la gente del PP se entusiasmó con su discurso contra Vox, pero ahora sienten miedo porque Casado no ha sabido gestionar ese distanciamiento y se expone a un sorpasso en las elecciones catalanas que serían un golpe mortal para el actual PP. Cuentan con un gran candidato, Alejandro Fernández, que con seguridad tendría mejor resultado si no fuera por los errores de Casado. Por no hablar de los desaciertos de García Egea, el personaje más cuestionado del partido, por su empeño en cambiar lo que va bien para meter en los órganos de dirección provinciales a personas de su cuerda.

Como no cambie Pablo Casado su forma de hacer política, el PP lo va a pasar mal.

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