Ansia viva

Óscar Lezameta

olezameta@huelvainformacion.es

Pues al final se ha quedado un buen día

El proyecto CEUS busca sus medallistas, cuando lo que verdaderamente importa es que, por fin, se vaya a hacer

Confieso que cuando me terminaron de convencer los hechos y algunas personas con las que trabajaba para comenzar el trasiego por las redes sociales, tuve la tentación de copiar la frase de Twitter de mi compañero Pepe Izquierdo: "Un periodista de provincias". Lo he sido toda mi vida y cuando miro lo que algunas páginas ya amarillas (no muchas, no se vayan a creer) recuerdan aquello que escribí, las vuelvo a guardar con la grata sensación de que no estaban nada mal. Desde hace dos años -se cumplirán a últimos de enero-, cuando en una charla con Arsenio se activaron las alarmas sobre que la Declaración de Impacto Ambiental del CEUS iba a caducar -como así fue-, a lo largo de estas páginas hemos detallado en cientos de artículos, las peripecias de una infraestructura que hoy comienza a ver la luz.

No conviene encender los fuegos artificiales. Conozco a varios personajes provinciales, regionales y nacionales lo suficiente como para saber que son muy capaces de desaprovechar incluso la ventana a la esperanza que en un paraje de Moguer, ha comenzado a abrirse. Han sido casi dos años de gritar en medio de la nada, sin que nadie pareciera escucharte, como si los únicos interesados en toda esta historia fuéramos quienes hacemos estas páginas. Además, nadábamos a contra corriente. En plena era de que "lo que importa es que pinchen" y no "lo que importa es lo que cuentas", las informaciones del CEUS padecían eso que los expertos en la nada de las redes llaman "falta de tráfico".

Seguimos adelante con el convencimiento que lo que defendíamos es bueno para todos. El CEUS es un proyecto tan trascendente que debería darnos reparo pensar que ha costado diez años llevarlo a efecto. Algunos dicen que marcará un antes y un después en la historia de la provincia, o que supondrá una nueva revolución industrial. No sé si será para tanto. Mis dotes adivinatorias empezaron y terminaron en las primarias que ganó Pedro Sánchez. Lo que sí será es un revulsivo a una provincia que está demasiado acostumbrada a, o no recibir nada, o ser acaparadora de estacazos.

Llega el tiempo de las medallas y, al menos en lo que a mi se refiere, estoy dispuesto a repartirlas a todo el que las pida, sea del partido que sea y sirva a la administración que sirva. No me importan en absoluto. Si las quieren, todas para ellos. Lo único que desde aquí defendimos es lo que hoy nos ha traído hasta aquí; que un proyecto como el CEUS tenga el sello de Huelva. Lo que pase a partir de ahora será enteramente nuestra responsabilidad. Porque tengan una cosa clara; si la desaprovechamos, faltarán páginas para señalar uno a uno a los culpables. Palabrita.

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