Hay que decir PSOE

Al ministro Ábalos le ha faltado decir que lo de los ERE ha sido porque ya se sabe como somos los andaluces

Vaya por delante que siempre creí que ni Chaves ni Griñán se hubieran llevado dinero a sus bolsillos y eso parece probado en la sentencia del caso de los ERE. Pero el que sea así no resta importancia a lo que se ha comprobado. Además, no debe olvidarse que todavía quedan casi ciento cincuenta causas separadas por resolver. Reconociendo lo dicho al comienzo, sabe a menosprecio la forma en la que el PSOE ha reaccionado. Hasta el momento de escribir este artículo, Pedro Sánchez no ha dicho ni mú y Susana Díaz ha tardado en hablar, haciéndolo a través de una entrevista pactada. Ambos, modelos implacables contra todas las irregularidades y corrupciones de otros partidos. Las manifestaciones las han derivado hacia escalones inferiores de la cúpula de la organización. Después han aparecido figuras destacadas -que ya no tienen cargos- alabando las virtudes personales de los ex presidentes, olvidándose del resto de los condenados, como si las mismas alguien las cuestionase. Todo para apuntar que las condenas han sido una injusticia o una desmesura. Lo juzgado no ha ido por ahí sino por los 680 millones que no se destinaron a los fines que les correspondían y que sí se emplearon, entre otras cosas, para sustentar un sistema clientelar que perpetuara los socialistas en la Junta de Andalucía y para favorecer a individuos concretos incluyéndolos en la lista de los trabajadores que se veían afectados por los ERE de sus empresas, sin que nunca hubieran tenido nada que ver con ellas. Por cierto, de ese sistema clientelar se aprovechó y benefició el PSOE en todo el Estado español. Por tanto, todo el partido debe asumir su responsabilidad más allá de límites territoriales. Llama la atención en las comparecencias, además, el no decir nunca PSOE buscando otros recursos lingüísticos, como el que es cosa del pasado o de la Junta de Andalucía. Pelillos a la mar, quitar hierro o sacudirse el problema como si no tuvieran nada que ver. Al ministro Ábalos le ha faltado decir algo así como que lo ocurrido es cosa de los andaluces o de que ya se sabe como somos. Pues no; no, señor ministro, es PSOE lo que debe pronunciarse sin rodeos y con todas las letras. Por último, el que no haya habido enriquecimientos ilícitos por parte de dirigentes y el que sean estupendas personas con sus familiares y amigos no implica que no se hayan producido perjuicios por sus decisiones y comportamientos políticos, en mayor o menor grado, a los andaluces; a unos, directamente y, a otros, indirectamente.

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