
Postrimerías
Ignacio F. Garmendia
Templos mudos
Bueno. Cuando nos disponíamos a seguir hablando de la monarquía española, que, como parlamentaria que es, ha de ceñirse a lo estipulado en las leyes que nos conforman, ocurre que, al decir de algunos, se ha producido un terremoto político en España con epicentro en la Región de Murcia, que ha contado con réplicas de mayor o menor magnitud en las Comunidades de Madrid -que ha convocado elecciones para el día 4 de mayo-, Castilla y León donde están intentando remover al gobierno regional, en algunos ayuntamientos de España, y en Andalucía, que, por ahora, dicen el vicepresidente y el presidente de la misma que mantienen el acuerdo. Veremos hasta cuándo.
Una de las cuestiones que tiene publicar en prensa, es que la materia sobre la que uno diserta se puede volatilizar en unas horas pero la columna, sí o sí, hay que escribirla de todas formas para que llegue al lector, porque ese es el deber del que cuenta o se manifiesta sobre lo que ocurre a nuestro redor.
Los movimientos realizados por la Sra. Arrimadas en las últimas horas, o sea, por Ciudadanos (no sabemos si en bloque, cuestión que dudo mucho), ha puesto en una situación de estrés a los gobiernos nacional, regionales, provinciales y locales de este lugar que llamamos España y que a todos nos congrega, aunque algunos demanden tiempo ha, despedirse de la casa común e irse a vivir a otro nuevo país de la Unión Europea, como es el caso de los independentistas de Cataluña o el País Vasco, aunque se queden en el mismo lugar y en el mismo territorio.
Es posible, dadas las circunstancias políticas en España en estos momentos, que haya cuadros, personas, que ocupan cargos de más o menos relevancia política y que pertenecen al partido que fundara el Sr. Rivera, que vean en este caos una oportunidad para acceder al gobierno en algunos lugares, y asienten así sus posaderas en un sitio que ni esperaban, teniendo en cuenta el resultado de dicho partido en Cataluña, que lo abocaba casi al cierre.
Sin duda la apuesta es arriesgada, porque la dicotomía de un partido que gobierna en algunos lugares con el PP apoyándose en Vox y en otros con el PSOE, es para hacérsela mirar, no sé si por un especialista en psiquiatría o al menos por alguien sensato. Pero, ahora, lo que le toca al resto de partidos es pescar a los descarriados, a los desencantados, a los desahuciados, de esta formación que pareciera haber perdido el rumbo y anda a la deriva. Diré algunas cosas para dejar abierto el camino para posteriores artículos. En la situación generada por el Covid-19, la actuación de la oposición en el parlamento español no sólo es lamentable, sino que, además, es desleal para con España y los españoles. Se pongan el Sr. Casado y el Sr. Abascal como se pongan. Política tabernaria, marrullera, y que además no le llevarán a lado alguno, es lo que hacen. Su sentido de Estado deben tenerlo en el zancajo, ya saben, ese lugar lo más alejado del cerebro.
Del Gobierno y de la Corona, hablaremos el próximo día. (…)
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