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Emma García

Psicología y Salud: La apatía

Muchas veces se confunde con la pereza, pero es un estado emocional más complejo ¿Qué es la represión emocional?

Un hombre apático.

Un hombre apático. / M. G.

La apatía, muchas veces se confunde con la pereza, pero es un estado emocional más complejo del cual uno quiere salir y le genera como consecuencia culpa y sufrimiento. La apatía es un estado de falta de motivación o interés por diferentes áreas de la vida. Las principales características de este síntoma suelen ser en el aplanamiento afectivo, la falta de constancia y perseverancia, una bajada de pensamientos y por lo tanto de conductas a la hora de hacer cosas.

No solo se pierde la iniciativa y las ganas de hacer cosas, sino que la relación emocional que hay con los sucesos es mucho menor, ya que esto puede provocar que la persona disminuya, su rendimiento y ganas de hacer cosas en diferentes áreas de su vida, cosa que retroalimenta su desmotivación.

La apatía llevada a un extremo, es que no nos dejas hacer nada y nos imposibilita el poder tomar decisiones o continuar con lo que estábamos haciendo se llama abulia. Podemos considerar la apatía como la falta de motivación para conseguir lo que estamos proponiendo. Además de esto, se acompaña también de una falta de emociones que nos imposibilitan el estimularnos para realizar esas acciones, las cuales requieren de nuestro esfuerzo.

En general, podemos definir la apatía como un estado de motivación que hace que en mayor o menor medida desconectemos del exterior. Dejamos de sentir pasión e interés y nos desconectamos de nuestras emociones, es como si nos volviésemos planos.

La apatía puede deberse a diferentes causas: a nivel psicológico suele darse mucho cuando una persona ha estado sometida a una gran cantidad de estrés, es decir a unas situaciones en las cuales la persona no ha recibido refuerzos positivos ni gratificaciones y el desgaste le lleva a no interesarse por lo por el exterior.

Esta sensación de indefensión nos lleva a estar viendo el mundo de una manera negativa y el futuro también, ya que nos ha servido para desgastarnos en nuestra motivación en nuestro ánimo, unas metas muy altas inalcanzables, también nos pueden llevar a este estado emocional de apatía.

Es muy conocido también como el consumo de cannabis afecta a esa desmotivación es un corta voluntades, el consumo de algunos medicamentos, como efecto secundario, puede dar también apatía.

La apatía también se puede dar como consecuencia de unos procesos de enfermedad física, pueden ser infecciones, anemia, el síndrome pre menstrual. Pero como hemos dicho antes, sobre todo, se dan mucho en el estrés emocional crónico el estar día tras día con una situación reiterada, en la cual nos sentimos mal .La persona llega a desactivarse del deseo en la cual empieza anularse sus ganas y su motivación.

La apatía es un proceso que se relaciona, pensamiento emoción y acción con referencia a nuestros deseos y metas, según vayamos viviendo experimentando puede ser que vayamos hacia la motivación o hacia la desmotivación o apatía.

Muchas veces tiramos de memoria del pasado, y si las experiencias no han sido buenas, lo que hacemos es que, al pensar en próximos proyectos, nos generen mucha desgana ya que no nos fue bien.

No es lo mismo un agotamiento de una persona que se siente agotada físicamente, puede no sentir apatía, simplemente está cansada y una vez que descansa puede continuar con sus ganas de hacer cosas.

La pereza y la apatía no son la misma emoción, cuando tenemos pereza queremos hacer algo tenemos ganas o sea tenemos ilusión por hacer algo pero lo vamos postergando porque no nos encontramos con el ánimo suficiente, pero la apatía en cambio va un poquito más allá y es que ni siquiera tenemos interés en hacer algo. Sabemos que tenemos que hacer cosas, pero no hay una respuesta emocional de ganas.

Puede ser que se te dé ante ciertas circunstancias y personas, y son las que no te generan ningún interés positivo o algo de motivación para realizar ese esfuerzo con la persona o la situación.

Hay ocasiones que en las relaciones de pareja cuando una pareja se duerme y dejan de divertirse, de buscar placer juntos, puede llegar a perder la motivación y ganas lo que nos lleva estar apáticos.

Alguna de las cosas que podemos hacer para mejorar ante la apatía, pues la parte primera sería la parte biológica es decir revisa si a lo mejor tienes algún problema médico por ejemplo, alguna anemia o alguna infección.

No te empieces obsesionar con esta falta de ganas, porque lo que hace es gastarte más, en darle vueltas y vueltas de que me siento mal, que no tengo ganas de hacer nada. Pregúntate cuando empezaste a sentir esto, qué ha podido pasar o me está pasando en mi vida que me ha llevado a este momento de desconexión que he dejado de hacer, debido a este estado de ánimo.

Una vez vistas estas respuestas puedes mirar a ver qué situaciones han contribuido y están apoyando que te encuentres así, pueden ser malas experiencias, mucho estrés en el trabajos, objetivos que no consigues o situaciones más traumáticas que se alargan en el tiempo.

No te culpes simplemente obsérvalo, no te juzgues tampoco. Cuando ya lo hayas visto entonces, qué fue lo que generó tu desconexión ,esas creencias o ideas catastróficas que te montas en la cabeza de: “va a pasar lo mismo, esto no tiene sentido para que hago esto para que..” poquito a poco vayamos cogiendo esa conciencia de querer ir avanzando.

Volvemos a definir y programarnos algunos objetivos, pero más pequeños y alcanzables que no nos generen tanta ansiedad y empezar por cosas pequeñitas, gratificantes que nos hagan sentirnos poquito a poco motivados. Importante que en este proceso te dejes sentir, y que vayas poquito a poco dándote tu tiempo.

Busca personas cercanas que te empaticen y que te aporten momentos agradables hagan volver a renacer, situaciones y motivaciones que están dormidas.

La apatía la podemos considerar como una más de nuestras experiencias emocionales, Hay épocas de nuestra vida que nos sentimos con una gran motivación y activación en la cual somos muy productivas y hacemos muchas cosas con mucha intensidad. Pero también hay veces, momentos de baja intensidad ,son estos momentos los que nos invitan a hacer un trabajo interno con nosotros, ir hacia dentro. Lo importante es que esta apatía sea temporal que no nos limite en nuestros objetivos y en nuestra vida. El problema es cuando esta apatía se alarga en un tiempo demasiado prolongado y genera problemas con nuestros familiares, amigos a nivel laboral, social y ahí es donde tenemos que parar y revisar porque se está volviendo patológica. Si ves que esta situación se alarga y se está complicando cada vez más busca un profesional.

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