Adiós a otro cine

09 de octubre 2025 - 03:05

Hace unos días leíamos en estas mismas páginas: “Los cines Aqualon apagan sus proyectores para siempre en Huelva”. Las diversas salas después de más de dos décadas han cerrado sus puertas para siempre. En mi experiencia de más de cincuenta años como crítico cinematográfico, primero en la Cope y el diario Odiel y después en este periódico, Huelva Información, he vivido las distintas vicisitudes del cine en Huelva desde las épocas más florecientes con un gran número de locales: Gran Teatro – en sus funciones cinematográficas y teatrales (hoy tan escasas) -, Teatro Mora igualmente, Cinema Rábida, Oriente, Palacio del Cine, Odiel, Fantasio, Las Colonias, la Dehesa, el Cine Club, embrión del Festival de Cine Iberoamericano... me produce, lógicamente, como puede pasar a muchos buenos aficionados al cine de Huelva, una inevitable nostalgia.

Pero si tuvimos una época floreciente en cuanto a los numerosos cines que había en Huelva, no podemos olvidar aquel período de tiempo en que la ciudad se quedó sin salas cinematográficas. Fue en algún momento anterior a la celebración del Festival durante la reestructuración del Cine Emperador, que le permitió contar con dos salas más. La noticia se publicó en toda España. Tanto es así que a los organizadores del Certamen nos preguntaban de muchos sitios: “¿Cómo vais a celebrar el Festival si no tenéis cines?”. Afortunadamente todo estuvo a punto para su celebración.

Hoy nos lamentamos por la desaparición del cine Aqualon, donde tanto disfrutamos de inolvidables películas. Muchos en sus lamentaciones no se reconocerán responsables de este nuevo quebranto en la actividad cultural y cinematográfica de Huelva, ya que dejaron de ir al cine abandonándolo a su suerte. Como escribía hace veinte años en esta misma columna, dirán que hoy son otros los atractivos que deben complementar el espectáculo cinematográfico. Puede que sea cierto porque el espectador actual necesita de estímulos artificiosos para casi todo. Otras fórmulas de diversión para complementar el espectáculo fílmico. Ojalá sea así si lleva espectadores a las salas.. Pero a muchos les quedará el recuerdo de las viejas salas que nos depararon tantas emociones cinéfilas.

Nos quedan los cines Holea. Que sea por muchos años.

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