Ricardo Bada, a quien muchas veces he citado en estas columnas, es un periodista y escritor onubense de extraordinaria valía. Iniciamos juntos un precoz trabajo en la radio cuando éramos unos críos. En los años 60 marchó a Alemania donde desarrolló una excepcional actividad radiofónica en la Deutsche Welle a la vez que ha escrito numerosos libros y publicado y sigue publicando artículos y colaboraciones en periódicos y revistas de Latinoamérica. Su ejecutoria en la comunicación y la literatura rebosa el espacio de esta columna. Ricardo nos remite todos los domingos a través de internet un Diario que siguen 1.282 personas por semana, en su mayoría escritores, críticos, periodistas, comunicadores y amigos desde Estados Unidos a la Argentina y desde España a Nueva Zelandia, la mayoría de ellos del otro lado del Atlántico. Es, sin duda, uno de los blogs más leídos en Fronterad.

En uno de los últimos se refería a la situación política de Alemania, tras la marcha de Angela Merkel "que se ha ganado a pulso un puesto en la Historia". Los ganadores de las últimas elecciones "están fraguando una coalición semáforo", según Ricardo, y tratan "de dar un gran viraje", acordando, con buen criterio, "silencio absoluto sobre lo que pactan, y lo están respetando a rajatabla, lo que ya de por sí es un dato muy positivo, acometiendo los temas conflictivos con un gran sentido de la responsabilidad". Esto, que precisamente es todo lo contrario de lo que ocurre en España, donde este tipo de negociaciones originan un gran ruido y polémica, además de interesadas filtraciones e indiscreciones, que siempre quedan impunes, ha llamado la atención de uno de sus lectores, que escribe. "Tres partidos alemanes negociando en privado, con discreción, sin que salga una palabra a la calle. ¡Qué envidia! Aquí, cualquier discrepancia se dirime en los medios de comunicación. Se podría decir que a ninguno le enseñaron que la prudencia es una virtud necesaria para el buen fin de las cosas. Mira que son lenguaraces".

A lo que Ricardo Bada firme y contundente como siempre contesta: "Bueno, yo tengo una opinión al respecto, y es que los políticos españoles son (sálvese el que pueda) amateurs, es decir, son gente que se han metido a políticos para no dar un puto golpe en su vida y vivir del presupuesto, es decir, del dinero ajeno, del nuestro, del de los paganinis. Estudia a fondo las biografías de los políticos, sobre todo en las Comunidades, y te darás cuenta de lo que digo. Acá en Alemania no digo que no los haya así (incluso he conocido a uno personalmente, fue diputado regional en el Parlamento del Norte del Rhin-Westfalia), pero los medios son muy potentes y muy críticos: no creo que haya país con más carreras políticas descontinuadas porque los medios descubrieron que sus tesis de doctorado eran en gran medida plagios. Hasta ministros federales han caído por esa causa". Estoy totalmente de acuerdo. Y lo peor: con ellos la democracia está en peligro.

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