‘First Dates’

Es verdad que a largo plazo Paolo Vasile fue un mal consejero (la palabra consejero en todas sus acepciones) para Mediaset. A fuerza de entregar la parrilla a unos determinados contenidos de realities y corazón, la fue desvistiendo de todo lo demás. Una rentabilidad fácil que tenía fecha de caducidad. Desde dentro de Telecinco se reaccionó muy tarde. Ahora es difícil superar los dos dígitos sin insuflar los contenidos de siempre a una cadena que es difícil entrar para quienes no tienen costumbre de verla.

Desde este lunes Telecinco emitirá el programa estrella del access de Cuatro, First Dates, que venía bien a esta segunda cadena de Mediaset para fidelizar a su público. Carlos Sobera, su restaurante y parejas se mudan en verano a Telecinco y más que probablemente se queden ahí. La que fue durante tantos años la cadena más vista necesita a esa hora en que el personal se sienta en el sofá para no levantarse hasta irse a dormir un contenido que cale y sea competitivo ante El Hormiguero y La Revuelta. La que había sido franja fuerte de Telecinco desde los tiempos de El informal se desmadejó para dar paso temprano al reality de turno con sus cuatro entregas semanales o, mucho peor, a La isla de las tentaciones.

Lo de llevar a First Dates de Cuatro a Telecinco es efectivamente desnudar a un santo (necesitado) para vestir a otro (que no ha querido nunca vestirse de forma adecuada). Entra dentro de la categoría de las ocurrencias: cuando se toman decisiones urgentes y desesperadas. Una simple ocurrencia.