Visiones desde el Sur

Monarquía (y II)

A Felipe VI no le queda más remedio que desvincularse por completo del Rey emérito

Cada movimiento que hace el Rey ha de ser planificado milimétricamente con anterioridad, por un equipo multidisciplinar en el que participan secretarios de la Casa Real, asesores de imagen, personal de las Fuerzas de Seguridad y las Fuerzas Armadas, de protocolo, de inteligencia, sanitarios, periodistas de la Casa, diplomáticos consulares si sale al exterior…, quienes, han de elaborar un plan específico, en donde se harán constar todas las contingencias que deban ser cubiertas para que nada quede a la eventualidad del azar. Nada.

No en vano quien se desplaza es el jefe del Estado. Por eso ha de estar permanentemente rodeado de una pantalla protectora que haga inviable cualquier acción en contra de su integridad física. Porque eso, sería lo mismo que atentar contra España y el pueblo español. Así son las cosas mientras que la Constitución diga lo que dice.

No hay privacidad en su vida. Ese es su destino y también su trabajo: por el que le pagamos los españoles, dicho sea de paso. Y pronunciado lo anterior, es cuando se presenta el problema; porque, si el Rey nunca debe ni puede estar solo, aunque lo desee, cómo y de qué manera, el Rey emérito ha podido burlar a todos para cometer las supuestas irregularidades fiscales de las que le acusan en instancias judiciales.

De entrada, parece imposible sin la complicidad de las personas que están a cargo de su custodia, o falta diligencia. Porque, el obligatorio juramento de lealtad al Rey no lleva implícito ser desleal con España y con la Constitución, hasta ahí podríamos llegar. Y no hablemos ya de la Hacienda pública o de la obligación de informar a la ciudadanía que tiene la prensa española, tan calladas ambas.

El pasado domingo, nos encontramos con un nuevo entuerto publicado por el diario británico The Telegraph, quien sostiene que de los 467.000 dólares que costó el viaje de bodas del rey Felipe VI, 269.000 fueron abonados por Josep Cusí, un amigo del Rey emérito. La Casa Real se ha negado a hacer declaraciones al respecto y el PSOE, PP y Vox, han vuelto a rechazar una comisión de investigación sobre las actividades privadas del Rey emérito. Mal vamos. Porque, la prensa internacional no va a dejar de investigar ni los jueces tampoco (la fiscalía del Tribunal Supremo ya ha abierto una investigación).

Una "gota malaya" está cayendo sobre la Corona. Al actual Monarca no le queda más remedio que desvincularse por completo del Rey emérito. Eso, por ahora.

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