Jessica Bouzas se hace con la Copa del Rey de Tenis por la retirada de Paula Badosa

No pudo ser. La final femenina de la Copa del Rey de Tenis no pudo terminarse debido a la retirada de Paula Badosa por lesión. La actual número 9 del mundo se llevó el primer set después de un disputado tie-break y puso punto y final a su participación en Huelva para evitar males mayores tras pedir asistencia médica, lo que convirtió a Jessica Bouzas en la ganadora de la edición centenaria.

Aun así, la tenista nacida en Nueva York quiso intentarlo y logró completar el primer set con éxito. Sin embargo, acto seguido y sin apenas tiempo para digerir el final, cogió el micrófono para anunciar a todo el Palacio de Deportes Carolina Marín que se retiraba del partido por molestias físicas. Badosa reconoció que está pasando "momentos difíciles, sobre todo por las lesiones", aunque "veros a todos aquí se me ha hecho muy especial".

Un final descafeinado para la edición número 100 del torneo más antiguo del país. De esta forma, Jessica Bouzas logra su primer triunfo en la Copa del Rey en el que probablemente sea el mejor momento de su carrera después de alcanzar los octavos de final de Wimbledon, siendo la única tenista española en llegar a la segunda semana del prestigioso Grand Slam británico.

Un partido que prometía ser muy reñido

Aunque no pudo lograr el triunfo en la pista, ambas tenistas ofrecieron un espectáculo que llegó hasta el tie-break y se extendió en el tiempo por más de 50 minutos. El Carolina Marín, completamente abarrotado, ofrecía por primera vez el torneo en una superficie diferente a la habitual. La pista dura instalada sobre el Palacio de Deportes permitió una mayor fluidez en el intercambio de golpes para el deleite de las 5.000 personas que copaban las gradas.

Tanto Bouzas como Badosa comenzaron impecables con su servicio. La gallega consiguió firmar en blanco sus dos primeros juegos gracias a su saque, uno de los puntos débiles de la número 9 del ránking ATP, que cometió varias dobles faltas a lo largo del set.

El público onubense aplaudía el juego de las dos mejores tenistas españolas del momento, que respondían agradecidas el constante apoyo de los aficionados, e incluso aprovechaban para interactuar con varias de las personas que se ubicaban en la grada.

El primer inconveniente de la final, y que hacía presagiar el desenlace, llegó cuando apenas habían transcurrido 20 minutos de partido. Badosa aprovechaba el cambio de lado para solicitar las asistencias médicas. Las alarmas saltaron en Huelva teniendo en cuenta el amplio historial de lesiones que arrastra y que le hizo perderse la edición de 2023, además de obligarla a retirarse de varios torneos en los últimos meses.

Un impasse en el tiempo que aprovecharon dos de los recogepelotas para intercambiar un punto. Tanto Bouzas como Badosa cedieron sus raquetas a dos de los niños del Real Club Recreativo de Tenis, que disputaron un peloteo bajo los aplausos del Palacio de Deportes.

Una vez aparentemente recuperada, Badosa retomó el partido elevando el nivel. Los rallies se hacían cada vez más largo y el partido se encaminaba al desempate. Sin embargo, con 5-5, Jessica Bouzas aprovechó los errores no forzados de Paula Badosa para romper su servicio. Una doble falta y dos bolas fuera permitieron a la gallega tener el saque para rematar el set.

Pero Badosa, lejos de tirar la toalla, consiguió devolverle el break para llevar la final al tie-break. Las molestias físicas parecían olvidadas cuando la neoyorquina, con un revés marca de la casa, desequilibró la balanza a su favor en el primer y único punto de set.

Ahí murió el partido y la final femenina, que ofreció un espectáculo digno del torneo más antiguo de España en el tiempo que permitieron las lesiones. Con las disculpas a la organización, el público y a su rival, Jessica Bouzas, se despedía de Huelva. Por su parte, la gallega suma un nuevo trofeo a sus vitrinas mientras continúa con su meteórica progresión que la catapultará al top 50 a sus 22 años.