Visiones desde el Sur

Literatura en crisis (y VI)

Las grandes crisis auguran siempre un buen momento para la creación literaria, para la buena literatura

Pero, por lo expresado hasta ahora ¿podríamos inferir nítidamente que no hay literatura o que la misma está en crisis? Pues, a pesar de todo lo dicho yo diría que no. Que la buena literatura existe, solo hay que buscarla. Y que no hay que fiarse de los críticos -aunque yo haga crítica literaria-. Que el hecho de que un libro esté publicado por una editorial de prestigio no da por sentada su calidad, puede que más bien indique lo contrario; que las instituciones de enseñanza no tienen planes adecuados para forjar lectores en un mundo dominado por lo audiovisual y por la inmediatez que dan las redes sociales, esa tendencia; que los gobiernos no aciertan con las políticas de desarrollo de la lectura en las aulas; que estamos dominados por la ley del mínimo esfuerzo y es mejor sentarse ante una pantalla en donde nos cuentan una historia, que leerla y hacer el atrevimiento de sacar nuestra propia interpretación de los hechos, nuestra versión de lo que nos circunda.

Todos los caminos apuntan a que nos quieren impedir soñar, elucubrar, imaginar, pensar…

Pero, repito, la buena literatura existe; se escribió, se escribe y se escribirá. Indaguemos, pues. Dejémonos llevar por la intuición, sigamos el camino de nuestras necesidades y busquemos. Hay muy buenos escritores aparte de los clásicos y los consagrados… que escriben en editoriales de pequeña tirada, de forma artesanal casi; o la conciben haciendo vibrar su voz en pequeños círculos de lectura, ya sea en bibliotecas o en algún otro lugar de encuentro. Esos son los grandes artistas de hoy, los que tienen algo que contar: las más de las veces sin prensa ni apoyo de marketing alguno, itero.

Si nos molestamos en indagar un poco, encontraremos un montón de libros excelsos que… en una sola vida, en la vida de cada cual, en la que se nos da, nunca podrán ser leídos.

Y no olvidemos lo siguiente, las grandes crisis, los traumas sociales, los desórdenes financieros, los fenómenos naturales que afectan al entramado de la cohesión social, auguran siempre, siempre, un buen momento para la creación literaria, para la buena literatura.

Sigamos por tanto leyendo, y escribiendo.

Pd.- Para la redacción del presente texto han sido consultados o he bebido de las siguientes fuentes: Literatura y crisis de las humanidades de Francisco Rodríguez Adrados, Currículum presente, ciencia ausente de Graciela Frigerio y La literatura en tiempos de crisis de Valeria Sabbag.

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