Crítica de Cine fila siete

Vicente

Lacrimógena y decepcionante

'los milagros del cielo'

Cines Artesiete Holea Huelva.- Producción: Estados Unidos, 2016.- T.O.: 'Miracles of heaven'.- Duración: 109 minutos.- Dirección: Patricia Riggen.- Guión: Randy Brown basado en la novela de Christy Bearn.- Fotografía: Checco Varese.- Música: Carlo Siliotto.- Montaje: Emma E. Hickox.- Intérpretes: Jennifer Garner, Kylie Rogers, Martin Henderson, John Carroll Lynch, Eugenio Derbez, Queen Latifah, Bruce Altman, Hannah Alligood, Kylie Rogers, Gregory Alan

Lo primero que a uno se le ocurre opinar nada más abandonar la sala es que esta película podríamos haberla visto en la televisión casera, en uno de esos lacrimógenos telefilms de serie que muchas veces se programan en la sobremesa o en cualquier sesión de fin de semana. Estamos ante una de esas historias reales llevadas a la pantalla como tantas otras y que, si uno no duda de su veracidad, como tantas otras veces, su tránsito en la pantalla resulta de un sentimentalismo trasnochado y sobrecargado de sensiblería barata y de compungidos gestos melodramáticos. Lo cual menoscaba sus claras pretensiones de ejemplaridad y de esas estomagantes y obsesivas tendencias de autoayuda que tanto proliferan hoy en el cine, la televisión, cierta literatura y redes sociales.

Parte la película de unos hechos reales. El caso de una niña, Anna, enferma de doce años que, tras caerse de un árbol, consigue recuperarse de manera sorprendente e inaudita. Este hecho interpretado como un milagro dio lugar a un libro escrito por su madre, Christy Bearn, adaptado a la pantalla por Randy Brown. Los padres y sobre todo la madre habían movido cielo y tierra para lograr la curación de la extraña e intratable enfermedad que padecía la niña. Los padres de Anna nunca se han rendido ni pierden la fe Cuando todo parecía desesperado e irremediable ese suceso insólito e incomprensible para todos, sorprende a la propia familia, a los médicos y a toda la comunidad, conmovida y asombrada por lo que para ellos es un misterio prodigioso y en principio inexplicable.

Uno hubiera esperado en esta realización de la mexicana Patricia Riggen, cuyo trailer ha tenido, según sus productores, nada menos que 132 millones de visitas, un tono más prudente y sencillo si uno pretende presentar en la pantalla un hecho como el que nos cuenta esta película. Sobre todo si, además, su estructura cinematográfica cae en errores de bulto y en lo que llamaríamos faltas ortográficas y sintácticas fílmicas, esenciales y fundamentales en el más elemental sentido de lo que es el cine. Ese tratamiento del tema exaltado y maniqueo, un tanto panfletario, vulgarmente doctrinario y cargado de abusivos subrayados, se hace insoportable. Tal ejecutoria no favorece precisamente las perspectivas positivas del argumento y empeoran incluso la torpeza de la narración.

Para colmo, la interpretación, de calidad ínfima -particularmente de la protagonista, Jennifer Garner-, contribuye a aumentar la falta de convicción en la exposición de los acontecimientos de este milagro, que en su valoración cinematográfica es todo un adefesio.

Quiroga

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