Irene, enfadada

Entiendo a Irene: no es coherente que se autoricen manifestaciones en toda España menos en Madrid

Irene Montero se ha enfadado. Se le veía enojada cual adolescente a la que su padre le ha prohibido salir con las amigas, justo el fin de semana que tenía planes para ir a la disco y volver borracha y sola a casa. Resulta que su grupo de feministas han elevado a una reivindicación igualitaria el poder regresar a casa en estado de embriaguez absolutamente seguras sin encontrarse por el callejón de Malasaña a un depravado que, aprovechándose de su vulnerabilidad etílica, la arrastre hasta un portal para meterle mano o todo lo que pueda. Me parece bien esa lucha aunque sea, por mi educación, feo el hecho de emborracharse. Bien, tenemos a Inés, otra vez, enfadada. No porque la ministra María Jesús Montero haya dicho que "…es como el agua y la sal. No pueden mezclarse", no. O porque ésta semana María Jesús del Barco, jueza decana de Madrid, definió a la pareja de Pablo Iglesias, como una "ignorante inexcusable, que quiere mentir a los ciudadanos", en relación la ley del sí es sí. Esta semana estaba indignada porque le han prohibido manifestarse el 8-M. Y como forma parte del gobierno, dice que "está obligada" a obedecer. Las manifestaciones son un derecho social que, en pandemia, se sigue ejerciendo. Ha habido cientos de manifestaciones a lo largo de este año. La cuestión es: ¿por qué se han autorizado manifestaciones el Día de la Mujer en todas las comunidades y Franco las ha prohibido en Madrid? Retrocedamos. Hace unos días, el delegado estaba por la labor de que se pudieran llevar a cabo. Las organizaciones feministas ya tenían los tambores morados preparados. La ministra de Sanidad dijo que " no ha lugar", este año. Viendo el foco de contagios generados el año pasado. Pero el delegado Franco, ha puntualizado que las prohíbe por "motivos de salud pública". Los mismos que hay en el resto de España. Pero, añade que en Madrid la incidencia de contagios es muy elevada. Ahora viene la otra vertiente. Franco es de PSOE. En Madrid gobierna el PP. El PSOE es socio de gobierno de Irene, que es de Podemos. Entiendo a Irene: no es coherente que se autoricen manifestaciones en todo el territorio español menos en la capital de España. Así pue podemos concluir que el delegado del gobierno en Madrid, José Manuel Franco Pardo, rectifica y ahora prohíbe la manifestaciones en Madrid por orden de gobierno de España. En resumen: Irene tiene razón, le han prohibido manifestarse el 8-M por motivos políticos, porque conociéndola, si papá la deja salir la va a liar parda. Mejor en casa, sin beber y formalita. La serenidad, también es de feministas.

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