La otra orilla

VÍCTOR RODRÍGUEZ

Extremos

Esta semana hemos conocido la lista de municipios con mayor y menor renta de España y un año más en cabeza se encuentran los de Madrid, Barcelona y el País Vasco, en la cola, los andaluces. Entre el más rico, Pozuelo de Alarcón, en Madrid, y el más pobre, Níjar, en Almería hay una diferencia de cuatro a uno. Esto no es sólo una estadística, un número, tiene innumerables consecuencias en la vida de las personas que viven en esos territorios, así, la esperanza de vida puede llegar a ser de hasta siete años menos. Se puede decir que la pobreza mata, o para ser más precisos, nos quita la vida. La desigualdad es un escándalo y un peligroso problema social.

Como era de esperar, Huelva no sale muy bien parada. Siempre se nos ha dicho que la contaminación y los fosfoyesos están detrás de la alta tasa de mortalidad y de una menor esperanza de vida, obviamente son un grave factor de riesgo, pero no el único. La mayoría de los barrios de nuestra provincia adolecen de una falta de inversión e infraestructuras, bueno, no sólo los barrios, toda la provincia hace años está abandonada a su suerte y la inversión del Estado es muy rácana e injusta. La falta de trabajo de calidad, una educación adaptada a las necesidades de integración, barrios enteros sin ascensor, con viviendas minúsculas de pésima calidad y viejas: barrio de "La guita", Guadalupe, Orden Baja… la lista es larga y, en general, pocas expectativas de futuro más allá de sectores productivos precarios y mal pagados.

Cualquiera que viaje un poco verá el nivel de infraestructuras, transporte público, centros sociales, rehabilitación de espacios degradados y barrios, revitalización de centros históricos, planes de desarrollo e incentivo industrial que hay de Madrid hacia el Norte. No hablamos de desigualdad en España, se habla mucho de Madrid, de la matraca nacionalista con su cínico "España nos roba" o el "sólo para mí" del modelo Vasco y Navarro, cuando erradicarla debería ser la piedra angular de cualquier sociedad: dar oportunidad de vivir dignamente, crecer y formar una familia a cualquiera, independientemente del lugar donde haya nacido. Parece que no hay interés por un modelo para todos, sino sólo para el interés de unos cuantos. Otra vez ricos y pobres, Norte y Sur. De aquí no se acuerda nadie, sólo para traer miles de toneladas de residuos peligrosos del otro lado de Europa. ¿Hacen falta más explicaciones?

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