Presuntos culpables

09 de julio 2025 - 03:06

Imanol Arias puede entrar en prisión tras ser condenado a más de dos años por delitos fiscales y Ana Duato ha quedado absuelta de todos los cargos. Cuesta no caer en la tentación de convertir la sentencia de la Audiencia Nacional en guion televisivo con un epílogo tan dispar para los protagonistas de Cuéntame. Especialmente morboso si pensamos en los 80 años de cárcel que le han caído a su asesor fiscal y la reacción de la actriz lamentando todo el tiempo que lleva sufriendo la “presunción de culpabilidad”.

La justicia llega, aunque sea menos justicia cuando lo hace tarde. El presidente del TSJA suele decir que “no es justicia si llega tarde” pero yo voy a ser hoy moderadamente comprensiva. De las múltiples lecturas que podríamos hacer del caso, me interesa poner el acento en esa doble vara de medir que significa la presunción. Porque es implacable para todos (ya hemos aprendido que ni el fraude ni la corrupción entienden de ideologías) y porque lo hace para lo bueno y para lo malo. ¿Recuerdan al alcalde de Granada que salió del Ayuntamiento medio escondido entre cartones por una operación de la UDEF? Pues ya tiene su retrato colgado en la solemne Galería de la Plaza del Carmen. Lo homenajearon en mayo, nueve años después de perder el sillón. Al final, no había nada; no se pudo demostrar nada. Torres Hurtado, con su socarronería habitual, fue parco y tajante aquel día de “reconciliación” con la ciudad: “Ya no soy malo; ya soy una persona normal”.

Hasta el caso Koldo-Ábalos-Cerdán, estoy segura de que es el momento de “normalidad” con que, a diario, sueña el presidente del Gobierno: Esperad a la justicia, aguantaremos en el papel de presuntos culpables y ya veréis como no hay nada. Ni con su mujer ni con su hermano. Tiempo al tiempo; el mismo que quiere ver correr para situarnos, ya, a la vuelta del verano y comencemos a conocer las sentencias que pondrán contra las cuerdas al PP. ¿Será así? Es al menos su hoja de ruta. Al otro lado, es justo lo contrario: piano, piano. Hay que sacar todo el partido a cada informe nuevo, a cada audio demoledor, de la UCO.

Tristemente, una cosa es la ficción y otra la realidad (se parezcan o se superen). Como políticamente nadie puede (quiere) hacer nada, tampoco para nosotros hay más horizonte que el judicial (con sus tiempos) para saber quiénes son los presuntos de qué.

¿Piensan igual que yo? Sí, por favor, que se vayan, todos, de vacaciones.

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