Si las informaciones de este columnista no son erróneas, el próximo lunes 31 de agosto, el presidente del Gobierno, el Sr. Sánchez, dará una conferencia con el título España puede.

A la espera de lo que tenga que decirnos el jefe del Ejecutivo, habría que precisar algunas cuestiones. El asunto no es si España puede o no. Claro que puede. España puede con todo lo que deseemos echarle; pero, la incisión interrogativa sería: ¿a qué precio España puede, Sr. Sánchez?

Esa es la pregunta que espero pueda contestar a los que estamos constatando, día tras día, de nuevo, que las medidas adoptadas hasta la fecha para contener los resultados adversos de esta segunda oleada del virus, en relación con el desmesurado endeudamiento, en lo relativo a la escasez de recursos humanos y materiales en la sanidad pública, especialmente en Atención Primaria, en el descalabro económico de cientos de miles de pequeños empresarios, en la pérdida de millones de empleos, en el cierre estratégico o la huida de nuestro país de grandes multinacionales, en la incertidumbre de los padres, profesores y alumnos con el comienzo del curso escolar -a pesar del acuerdo adoptado ayer entre la ministra Celaá y los consejeros de Educación de las comunidades autónomas-, en la otra pandemia de la que nadie habla, la pandemia emocional, o sea, la salud psíquica de millones de españoles ante semejante catástrofe… En fin, Sr. Sánchez, que puedo estar de acuerdo con su excelencia en que España puede, lo que no sé es si aguantaremos los españoles sin amotinarnos.

Respecto al jefe de la oposición, el Sr. Casado, ya adelantó ayer también que no apoyará los Presupuestos Generales a no ser que salgan del Gobierno de coalición Unidas Podemos. Lástima que un partido de gobierno como es el PP, que debe ser la alternancia cuando corresponda, ande tan cercano a las políticas de la ultraderecha que representa el Sr. Abascal.

Sr. Casado, usted es consciente de que esa petición es imposible, porque ni España ni los españoles pueden permitirse en estos momentos tener un Gobierno en funciones y entretenerse con la marabunta de una campaña electoral. A su excelencia y a sus aliados, no les han dado los números para que usted gobierne, acéptelo de una vez y apoye los Presupuestos, o absténgase. Hágalo por España, sea un patriota, porque necesitamos el dinero de la Unión Europea como el comer, o si quiere, para que muchos ciudadanos españoles puedan comer.