COMO cada sábado a las 11 de la mañana, un grupo de visitantes -niños, adultos, mayores- , desafiando el sol del mediodía, inicia una visita al Monumento a Colón de la Ría. Está organizada por Platalea, la joven empresa que, en virtud de un acuerdo con el Puerto de Huelva, da a conocer a turistas y residentes, de forma gratuita, la relación entre la gesta colombina y el proyecto de un grupo de ciudadanos estadounidenses, que en los años 20 del siglo pasado, pusieron todo su empeño en rendir homenaje a los protagonistas de la genial aventura. Ana, nuestra guía, amplía su sonrisa cuando descubre que pertenezco a la Asociación Huelva - Nueva York, cuya conexión con Platalea es excelente.

Por la noche, junto a la ría, la luna creciente contempla desde el cielo el deambular de personas de todas las edades que disfrutan de la brisa marina en el Paseo que acaba de abrirse al público, una aportación de extraordinario valor del Puerto de Huelva a su ciudad. Otra empresa joven, Mosquito Club, ha cruzado la ría desde Punta Umbría para asentarse en la otra orilla, en el que pronto será reconocido como uno de los paseos más hermosos de nuestro país. Su propósito es ofrecer, junto a una copa, buena música, poesía,… cultura en definitiva.

El Paseo de la Ría, un proyecto que cuida de modo especial los aspectos ambientales, ha tardado casi diez años en culminarse, pero está llamado a jugar un papel esencial en un objetivo estratégico para el presidente Javier Barrero: aproximar el Puerto a la ciudad, brindándole un impresionante balcón al mar que une el Muelle del Tinto con el Monumento a Colón, en la misma línea que hace unos años se inició con la conversión de "Las Cocheras" en un espacio flexible, que puede ser utilizado tanto para exposiciones como para espectáculos escénicos.

Por otra parte, las cifras de la memoria de 2015 del Puerto, recién publicadas, transmiten la imagen de una entidad muy rentable, auténtico motor económico para la región. Es el cuarto de los 46 grandes puertos españoles en su actividad tradicional, el tráfico de petróleo, combustibles y gas natural, y también crece espectacularmente en el transporte de contenedores -sus cifras se multiplican por diez en los últimos cuatro años- y en el movimiento de pasajeros, próximo ya a las 50.000 personas al año. En el negocio y en sus logros sociales hay motivos para que Huelva esté orgullosa de su Puerto.