José Antonio / Mancheño

Cayo, cállate

Silla de palco

HE escuchado tu intervención con motivo del debate sobre la abdicación del Rey y en virtud de mi derecho a decidir he decidido que no se pueden decir en menos tiempo tantas majaderías aderezadas de demagogia barata y victimismo populista que reclama tan oportunamente la convocatoria de un referéndum.

Ni era el lugar ni el momento, pero a ti Cayo te importa un bledo, lo tuyo es la trifulca, la incitación, la exhibición del cartelismo bufo y el camaleonismo a sabiendas que la sesión no propiciaba el debate ¿monarquía o democracia? (hay que tenerla dura) ni por supuesto el referéndum, entre otras cuestiones porque tu representación en la Cámara deviene de unas elecciones generales que has aceptado sin rechistar.

No queda ahí la cosa sino que el lenguaje empleado en tu disertación es digno de exponerse como modelo de pertinaz cinismo ya que podrías haber aprovechado para expresar en nombre de la Izquierda Plural tu desacuerdo con los compañeros que unánimemente en el 78 votaron a favor de ésta Carta Magna, de la bandera, el himno nacional, y de la "monarquía parlamentaria" (el Rey reina pero no gobierna) y no creo que ni borracho, te atrevas a contradecir el guión adoptada por Santiago Carrillo, Pasionaria, López Raimundo, Ignacio Gallego, García Salve, Marcelino Camacho, Simón Sánchez Montero… o Jordi Solé Tura, ponente designado para representar al partido PC-PSUC durante la redacción del texto constitucional.

También hubiera sido interesante oír, como auténtico demócrata, tu intención de extender tal propuesta a cualquier forma de Estado y así los españoles podrían escoger entre distintas opciones políticas: monarquía, república, anarquía o dictadura. No debe sorprenderte que cite a regímenes dictatoriales ya que es patente vuestra consanguinidad con países hermanos como Cuba, Venezuela o China, fieles exponentes de vuestra mutua compresión, afecto y colaboración, aunque siguiendo la histórica estrategia del PC se haga mutis por el foro a los represaliados, disidentes, encarcelados y asesinados (Tiananmen) en tan impresionantes paraísos de libertad. Pienso que se te fue el santo al cielo (perdón) y perdiste la ocasión de ejemplarizarlos ante el hemiciclo como ha hecho Willy Meyer.

No se me va de la olla aquel momento en que Juan Carlos I, rey de España, le espetó al dictador bolivariano Hugo Chávez en una Cumbre Iberoamericana, ¡Por qué no te callas! Pues toma nota y aprende, bocazas.

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