En esta entrega de la serie de artículos dedicada a Carmen Rovira, una mujer extraordinaria, exiliada en México, toma verdadera dimensión el concepto de exiliado a través de los declaraciones y testimonios de personas que sufrieron la separación de la tierra que las vio nacer, como se desprende de las palabras del filósofo, escritor y profesor hispano-mexicano Adolfo Sánchez Vázquez, citado en la entrega anterior y recogido en el documento, Carmen Rovira Gaspar, Historiadora del pensamiento mexicano Convicción, Constancia, Compañerismo (Huelva, 14 de junio de 2021) del Prof. José Luis Mora García del Departamento de Antropología Social y Pensamiento Filosófico Español de la Universidad Autónoma de Madrid: "… la triple significación de que hablara Adolfo Sánchez Vázquez cuando se refirió al testimonio de los exiliados: significación política, con referencia a la defensa de los principios y valores de libertad, democracia e independencia; significación moral, es decir, de renuncia al sentimiento del olvido o la claudicación; y significación cultural pues sus aportaciones han cubierto todo el campo del conocimiento y la creación humana. Y las tres confluían en un sueño: conseguir el encuentro del país que les expulsó con el país que les acogió…"(sic).

Los onubenses tenemos la fortuna de poder acceder a la biografía de Carmen Rovira Gaspar en el tótem ubicado en la calle Rico 44, lugar en el que vivió durante unos pocos años de su vida. Está dedicado a su persona e inaugurado solemnemente el pasado día 14 de junio con la presencia de representantes del Ayuntamiento de Hueva, Academia Iberoamericana de La Rábida, Universidad de Huelva, Universidad Autónoma de Madrid, Universidad de Lisboa, la Asociación de la Memoria Histórica de la provincia de Huelva, Foro para la Memoria Histórica del Campo de Gibraltar y el Centro de Estudio Mexicanos de la UNAM en España.

Fue en el Colegio Santo Ángel de la ciudad de Huelva dónde empezó sus estudios de primaria, durante poco tiempo debido a que pronto se marchó al exilio. Continuó su formación a su llegada a México en 1939. Más tarde se matriculó e ingresó en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, en donde conoció a su maestro y mentor José Gaos ("… nacido en Gijón el 26 de diciembre de 1900. En 1923 obtuvo el título de Licenciado en Filosofía, habiendo cursado sus estudios de licenciatura en la Universidad de Valencia y, posteriormente, en la Universidad de Madrid, donde fue discípulo de José Ortega y Gasset y de Manuel García Morente. Debido a su actitud inquebrantable en contra del franquismo, Gaos se vio forzado a partir rumbo a México en el año de 1938, en donde, como él mismo declaró en sus "Confesiones de Transterrado", en ningún momento llegó a sentirse propiamente un desterrado. Gaos siempre conservó el sentimiento de no haber dejado su tierra patria por una tierra extranjera, sino que, más bien, sentía haberse trasladado de una parte a otra de su tierra patria. Para Gaos, en efecto, las patrias no consistían en territorios ocupados por poblaciones primitivas, sino en espíritus con interpenetraciones históricas por encima de las fronteras territoriales…la influencia de Gaos es manifiesta en los más destacados filósofos mexicanos de mediados del siglo XX, entre los que se puede citar a Sánchez Villaseñor, Terán Mata, Uranga, Fernando Salmerón, Leopoldo Zea y Luis Villoro. Realmente, más que un grupo de discípulos, los planteamientos gaosianos terminaron produciendo una auténtica escuela de pensamiento centrada en lo original y autóctono de lo mexicano, escuela que cristalizó en la formación del Grupo Hiperiónun…" (sic) (Espinoza Bustamante, de la Universidad Panamericana, 2016).

José Gaos influye sobre Carmen Rovira de tal manera que la incluye, desde el segundo semestre de la licenciatura, en el Seminario para el Estudio del Pensamiento en los países de Lengua Española, el cual compartió con compañeros como los citado ut-supra a los que hay que incluir a Elsa Cecilia Frost, Vera Yamuni, Ricardo Guerra, entre otros.

Su trayectoria como docente comenzó rápidamente, pues mientras cursaba sus estudios de licenciatura, José Gaos la dejó a cargo de sus clases de Filosofía en la Universidad Femenina de México. Es en este momento cuando tiene como alumna a Juliana González Valenzuela que se convertiría en una destacada filósofa mexicana. Del paso de Carmen Rovira por la Universidad Femenina, la misma Juliana González recuerda que fue en sus clases donde inició su inquietud por estudiar filosofía

Es impresionante el testimonio de José Gaos, ante quienes lamentaban la ausencia de un pensamiento filosófico mexicano o hispanoamericano: "…de la historia de la filosofía forman parte, de hecho y de derecho, las filosofías ametafísicas, asistemáticas. Hay que fijarse también en éstas; en la historia de la filosofía en su integridad no mutilada…" (Caracterización formal y material del pensamiento hispanoamericano-Notas para una interpretación histórico-filosófica. Cuadernos Americanos-México Nov.Dic.1942) (sic).