Juanma G. Anes
Tú, yo, Caín y Abel
Los afanes
Este está siendo el verano de las vístimas. Todos somos vístimas de un sistema marcado por la biodiversidad, que no es lo mismo que la diversidad, pero sí algo más destructivo y contundente. La cantidad de animales (racionales o no) que nos unimos estas fechas para celebrar algo, para disfrutar de algo, para compartir algo, o para llorar por algo, nos asusta.
El próximo 20 de septiembre está previsto un asalto al Área 51 en Estados Unidos. El mítico lugar, al sur del estado de Nevada, acogerá a más de un millón de personas que pretenden descubrir lo indescifrable. Lo anuncian, lo publicitan y lo gritan. Esto es como si Lola tuviera un bolso y sus amigas se preguntan si dentro del bolso hay un compartimento con cremallera. Le preguntan a Lola qué hay en ese compartimento y ella responde que nada. Así es que sus amigas, incrédulas, deciden quitarle el bolso a Lola para ver realmente qué contiene tras la cremallera. Pero sus amigas lo anuncian en Instagram, y en Twitter, y en Facebook, para comunicar a todos sus seguidores lo que van a hacer y cuándo lo van a realizar. Lola, que se entera por las redes, solo tiene que sacar aquello que guarda en el compartimento y esperar que llegue el día D y la hora H. Es la biodiversidad.
Ocurre lo mismo en el arte, que últimamente está repleto de animales y de biodiversidad. El arte no solo es reflejo de lo humano, de lo sublime o de lo divino, sino que el arte debe disponer de la propia trascendencia de lo humano, lo sublime o lo divino. Quedarnos en el reflejo, en el mero reflejo, es un error. Escribía Márai: "La compasión no es amor, pues este último sentimiento puede esconder un egoísmo solapado: la compasión no exige correspondencia, no juzga. Es sencillamente piadosa, incondicional, momentánea, aunque quien la recibe no la merezca".
Seguimos leyendo a Cervantes. Y comprobamos que, ahora, esta biodiversidad está matando las humanidades. Pero si tienen decidido, y lo están anunciado a bombo y platillo como las amigas de Lola, destruir las humanidades lo que van a conseguir es destruirnos a nosotros. ¿Cómo podemos permitir esto? ¿Vamos a quedarnos de brazos cruzados? Esta biodiversidad nos hace ser Fausto en manos de Mefistófeles. Estamos a merced de sus nefastos ingenios. Escribió Nietzsche algunos aforismos: "No hay hechos, sólo interpretaciones", "El camino más seguro para corromper a los jóvenes es decirles que tengan en más alta estima a los que piensan como ellos que a quienes piensan distinto". Biodiversidad.
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