Tener en una misma sala dibujos y grabados de Daniel Vázquez Díaz, José Caballero, Luis Gordillo o Guillermo Pérez Villalta es un privilegio que no está al alcance de muchos. El Museo de Huelva los ha reunido, junto a otros autores, y puesto ahora a disposición del público onubense, entre las obras que ha recopilado en los últimos 45 años, y que ahora saca a la luz por primera vez, en una exposición monográfica nunca realizada antes, que revela, además, por tiempo limitado, algunas piezas desconocidas para el gran público.

Fondos de papel. Dibujos y grabados del Museo de Huelva abrió ayer tarde en la rebautizada Sala Negra, como anexo imprescindible, "el complemento necesario", como lo llamó la delegada territorial de Cultura, Carmen Solana, de Una mirada a la colección de Bellas Artes, sensacional muestra que se mantiene, ésta por tiempo indefinido, en el centro expositivo de la Alameda Sundheim.

Obras de Vázquez Díaz y José Caballero destacan entre los 75 dibujos y grabados

El Museo exhibe ahora una parte muy importante de los fondos con que cuenta en este formato, una representación destacada por su calidad y singularidad, en todos los aspectos. En total son 75 obras, 38 grabados y 36 dibujos a grafito, temples y acuarela, entre los que se encuentran piezas destacadas de autores locales como Antonio Granados Valdés, Mateo Orduña Castellano, Marcial Muñiz Mendoza y Pilar Barroso, entre otros muchos.

Los trabajos más antiguos recopilados se remontan a 1917, año en el que, precisamente, nació Granados Valdés. Son cien años del artista nervense y, también aquí, de arte onubense, principalmente; cien años de obras en papel recogidos en fondos muy valiosos, muchos de ellos obtenidos de donaciones de los propios artistas, de sus familiares y de coleccionistas particulares, pero también adquiridos por la Consejería de Cultura, que ha hecho un gran esfuerzo económico para contar con algunas piezas significativas de autores fundamentales como Vázquez Díaz o José Caballero.

El comisario de la exposición, Enrique C. Martín, destaca entre la selección realizada el boceto de La partida de las naves y el estudio preparatorio de Frailes, como parte de los trabajos previos a la ejecución de sus conocidos murales en el Monasterio de La Rábida.

También pone el foco en los dibujos de la primera época de José Caballero, "en los que ya demuestra su mano maestra", y unos bosquejos de Pilar Barroso "dotados de una gran fuerza expresiva". No pasa por alto tampoco Martín los aguafuertes de Marcial Muñiz y la gran variedad de piezas de Granados Valdés, con "su característica y personal forma de expresión".

Cuenta Martín que apenas cuatro grabados de Vázquez Díaz y uno de Caballero expuestos ahora estaban en los fondos fundacionales del Museo. El resto se ha incorporado a la colección en los últimos años por distintas vías.

Los dibujos y grabados exhibidos aquí muestran también trabajos de Juan Manuel Caneja, Joan Hernández Pijuan, Eduardo Arroyo, Josep Guinovart, Alfonso Fraile, Lucio Muñoz, Manuel Valdés, Darío Villalba, Juan Genovés, Manuel Mompó, Juan Barjola o los mencionados Luis Gordillo y Guillermo Pérez Villalta, y las destacadas acuarelas de la etapa mexicana de la sevillana Ascensión Hernanz Catalina.

Detrás de esta sensacional colección de fondos, destacó Solana, se encuentra "el arduo trabajo que se ha realizado durante años para poder ahora contar con exposiciones de esta envergadura".

No se ha anunciado el tiempo que permanecerá abierta al público la muestra, aunque tiene caducidad a medio plazo. "Son obras en un soporte sujeto al deterioro por su exposición a la luz ultravioleta". Por eso, explica Enrique C. Martín, "debe mostrarse en unas condiciones lumínicas muy particulares en la sala", con focos más atenuados para preservar también la integridad de los pigmentos utilizados. Después les llegará el obligado "descanso".