No es que no sea raro, es que en algunos países es habitual, incluso. El encuentro de actividad cotidiana y arte se da en ciudades del norte de Europa y en América. Hay exhibiciones artísticas que discurren por viviendas habitadas y centros de trabajo con poca (o ninguna) relación con el ocio y el esparcimiento. En este caso, todo empezó por una propuesta de decoración de oficinas que acabó siendo un reto, vigente todavía, dos años después de su puesta en marcha. "¿Y si en vez de eso utilizamos estas paredes como espacio para exposiciones abiertas al público?". Y así, de esa pregunta, nació como respuesta, en mayo de 2016, Sala Gaudia Fotografía en Huelva.

En pleno centro de la capital, en un bufete de abogados y consultoría de la calle Palos, conviven arte y trabajo a diario. Lo divino y lo terrenal se dan la mano en los espacios comunes de las instalaciones, dispuestos para la recepción de clientes y las relaciones externas de la empresa. Porque probablemente no haya mejor tarjeta de presentación para una firma comercial que su cuidado con los detalles y una apuesta decidida, de verdad, por la cultura como valor añadido a su desempeño profesional.

Parte este concepto de sala de muestras de una idea inicial de decorar las oficinasAutores actuales y de vanguardia dan más valor al único espacio exclusivo de fotografía

En tiempos en los que el desarrollo de la economía busca nuevos paradigmas para el éxito, la responsabilidad social corporativa de las compañías ha llegado para ser una conexión directa con la sociedad con la que se relaciona a diario. Y ésta es más responsable cuando la dimensión de la empresa es menor. Ese es el valor que subyace del hecho indiscutible de que Gaudia Consulting & Legal Services, con dos jóvenes abogados onubenses al frente, se haya tomado en serio lo de la doble dirección con el entorno, contribuyendo a enriquecer la oferta cultural de Huelva con una propuesta más que singular.

Porque incluso por encima de la novedad que suponga una exposición entre pasillos y despachos está la particularidad de que Gaudia ofrezca el único espacio especializado en fotografía en Huelva. Esa exclusiva dedicación ya es destacada de por sí, con un valor especial por cuanto apuesta por lenguajes actuales y autores contemporáneos, propios y ajenos al ámbito provincial.

Un fotógrafo de Huelva, Juan Sande, fue quien planteó esa osada opción de exponer en espacios reducidos, en formato íntimo, casi, como se desprendería del concepto que presenta la exposición actual en Gaudia. Realmente es una intimidad comprometida al contacto con la vorágine cotidiana: otro reto, encontrar el relax de la contemplación entre el bullicio de la abstracción laboral. Un pequeño oasis entre el árido mundo de los negocios.

Hay en el catálogo de Sala Gaudia Fotografía una muy interesante muestra de la fotografía actual. Inauguró el espacio el sevillano Eduardo D'Acosta y posteriormente se han ofrecido en estas paredes las obras de Miguel Urbano, Juan Luis Rod, Xavier Mollà i Revert y Laura Zorrilla, además de los componentes del colectivo Contemporáneos y los autores recogidos en las dos últimas muestras colectivas: Ustedes transponen y Formatos íntimos.

Aseguraban en Gaudia al lanzar este proyecto que pretendían hacer de esta sala un punto de referencia en la ciudad, un foro de reflexión sobre el papel de las artes visuales en el contexto cultural de la Huelva actual.

Por ahora, y en un momento de gran efervescencia en la capital onubense, constituye una alternativa a los conductos oficiales, que da continuidad, además, a la cultura alrededor de la fotografía nacida de la formación ofrecida en centros como la Escuela León Ortega y potenciada en eventos como el prestigioso Latitudes Festival Internacional de Fotografía. No hay ningún otro lugar en el que se dé continuidad a esa oferta que sólo es puntual en el resto de espacios repartidos por la ciudad. La exclusividad es aquí un elemento definitorio que le lleva a ser referencia, confirmada por las oportunidades que deja su programación, confeccionada por Sande.

Dicen en Gaudia que falta aún algo para que Huelva asuma este formato de espacio. Quizá, como en el resto que florece en la ciudad, sólo se trate de entender que hay un mundo para disfrutar esperando en la calle de al lado.