Multicines Al Andalus y Cines Artesiete Holea Huelva.- Producción: Reino Unido, 2014.- T.O.: 'Walking on sunshine'.- Duración: 97 minutos.- Dirección: Max Giwa y Dania Pasquini.- Guión: Joshua St. Johnston.- Fotografía: Philipp Blaubach.- Música: Anne Dudley.- Montaje: Robin Sales.- Intérpretes: Annabel Scholey, Hannah Arterton, Giulio Berruti, Greg Wise, Katy Brand, Leona Lewis, Giulio Corso, Joelle Koissi, Adrian Palmer, Shane Salter, Terry Noble

Es lógico que muchos espectadores recuerden, nada más discurre la película por sus primeras secuencias, Mamma mía! (2008), que tanto éxito cosechó en las pantallas internacionales y también en las españolas. Supuso todo un suceso en el género musical, que en los últimos años no ha tenido mucho éxito en nuestras salas, una especie de cambio renovador y vitalista, aún dentro de su estética vacacional y ligeramente kitsch, que, probablemente, sea lo que más atraiga al personal admirador de este tipo de cine. La fórmula en Walking on sunshine, título de aquella canción que hicieron famosa en 1985 Katrina and the Waves, entre tantas como incluye el film, es prácticamente la misma si bien han elegido otro escenario sugestivo. Si antes fue Grecia ahora es Apulia, al sur de Italia en la costa adriática, y su banda sonora una magnífica selección de temas musicales que fueron muy populares en los años 80, si bien no cuenta con intérpretes tan famosos como en aquella.

En este caso encarnan a los protagonistas Annabel Scholey, Hannah Arterton y Giulio Berruti -sex symbol y actor muy famoso a través de populares series de la televisión italiana-, sin duda menos conocidos pero que dan el tipo que impone la ligereza de esta comedia romántica, con fuerte contenido sentimental, y salpicada una y otra vez con esas canciones que compusieron el álbum musical de una época inolvidable para muchos. Tras un cálido encuentro con Raf, Maddie está decidida a casarse con él a pesar de que acaba de terminar una larga relación. Lo que ignora es que su prometido ha tenido un fugaz romance de verano con su hermana Taylor a la que ha invitado a la boda. Será uno de los inconvenientes para consolidar la unión.

Tan simple y recurrente anécdota es sólo un ingenuo pretexto para materializar la puesta en escena de una gran cantidad de temas musicales -The Human League, Madonna, Duran Duran, Cindy Lauper, Whami, Billy Idol, Bananarama, los mencionados Katrina & The Waves y alguno más- y coreografiarlos convenientemente con aire desenvuelto y juvenil en versiones argumentadas a medida de la puesta en escena que se nos brinda. Todo ello como envoltura plástica y sugestiva de una trama a todas luces previsible, producto de un guión absolutamente convencional y sin las mínimas características del musical clásico, tanto en su factura como en su realización.

Es una versión muy comercial al gusto de los espectadores de nuestro tiempo de la que en buena parte es responsable la productora musical y compositora Anne Dudley, autora de la banda sonora, una de las principales artífices de la versión musical y cinematográfica de Los Miserables (2012). Temas y personajes que se identifican en el planteamiento sentimental con el inconfundible tono del spot publicitario o del videoclip musical al uso. Nada relevante sino todo lo contrario en la antología del género.