Finalizan las vacaciones, la vida vuelve a retomar su rutina diaria y aun cuando los pequeños y menos pequeños tienen algunos días de relax antes de comenzar las clases, en el ambiente existe la convicción que las vacaciones han llegado a su fin. Así han culminado también las clases de skimi que durante estos dos meses se impartieron en la playa Isla Canela. Una actividad en la que la tabla de deslizamiento, de unas características especiales, deja de bordear la orilla en busca de buenas olas, para esperar algún hueco que quede libre en el calendario del resto del año.

La escuela deportiva de skimi de Isla Canela, dependiente del Patronato de Deportes, es pionera en este país dentro de esta especialidad y, como no podía ser de otra manera, el pasado lunes cerró sus puertas hasta una nueva edición en el próximo verano. Han sido dos meses de cursos ininterrumpidos para jóvenes de la localidad y veraneantes, en grupos de diez o doce alumnos, a cargo de Andrés Rúa.