Identificar pájaros en pleno vuelo, visitar Isla Saltés, anillar aves y dibujarlas son sólo algunas de las numerosas actividades con las que Andrea Rodríguez, Luis Ramírez, María Álvarez y el resto de sus compañeros -pequeños exploradores participantes en el segundo campamento infantil de Marismas del Odiel- han aprendido durante el verano a descubrir y respetar la naturaleza.

Así lo explicaron ayer los propios pequeños antes de recibir de manos de la delegada de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Carmen Lloret, y del director general de la Fundación Atlantic Copper, Antonio de la Vega, los diplomas que acreditan su participación en el Campamento Ambiental de Día Escuela de Exploradores, clausurado en el centro de visitantes Anastasio Senra del Paraje Natural Marismas del Odiel.

En sus once semanas de actividad, el taller educativo tuvo 518 plazas cubiertas por niños de entre 4 y 13 años y, como novedad, este año se amplió dos semanas más debido al elevado número de solicitudes cursadas. La iniciativa surgió con el objetivo de fomentar el aprendizaje, la educación en valores y el respeto por la naturaleza, a través del juego, la experimentación y el descubrimiento, a la vez que promociona la riqueza medioambiental del Paraje Natural. Las actividades contempladas dentro de esta actuación se dividieron semanalmente en talleres de entretenimiento, en horario de 07:30 a 15:30 de lunes a viernes.

El monitor Jorge García, que junto a Gabriel Feria estuvo al frente del grupo de niños denominado Águilas pescadoras, de entre 11 y 13 años, aseguró que los participantes fueron "muy buenos exploradores". Además, apuntó que, sin darse cuenta, los pequeños han aprendido muchos conceptos, algunos de ellos en inglés, como los ecosistemas (qué tipos de plantas y animales viven en ellos), la importancia de Marismas del Odiel para las aves migratorias, la formación de las marismas y los tsunamis, entre otros muchos.

Con los más pequeños del campamento estuvieron ayer los monitores Jacob Bracero y Esther Ortega, que cada semana dedicaron las clases a enseñarles las características del flamenco, del águila pescadora, la marisma o las plantas de este ecosistema. Como agradecimiento a sus esfuerzos, tras realizar un palo de lluvia los niños les regalaron un dibujo. "Lo que más nos gusta es que quieran volver. Son muy receptivos, ponen interés en aprender y preguntan, además de divertirse", aseguró Esther.

Escuela de Exploradores es uno de los ejes centrales del convenio de colaboración que mantienen anualmente Marismas del Odiel y la Fundación Atlantic Copper para la mejora y conservación del Paraje Natural. Este año la inversión prevista para estas actuaciones es de 58.000 euros. Desde esta fundación consideran que la clave del éxito de Escuela de Exploradores, que ha sido valorada positivamente en ambas ediciones por parte de las familias con hijos inscritos, es que ayuda a compatibilizar los periodos vacacionales infantiles con el trabajo de los padres, potenciando la conciliación entre la vida familiar y la laboral. Por este motivo, la actividad se ha repetido varias veces desde el verano pasado en temporadas festivas, como el puente de Todos los Santos, el puente de la Constitución o la pasada Navidad, así como el puente del Día de Andalucía, la Semana Santa o El Rocío. La cifra completa de plazas ocupadas desde 2012 hasta la actualidad, sumando todos los períodos de apertura, es de 1.239, que corresponden a 819 participantes, como consecuencia de la repetición de estancia en distintas semanas por parte de algunos niños.