Fila siete

Mira quien baila

Hace días nos referíamos aquí al musical, al género en lo histórico y sustancial, y a las variaciones que ha registrado a los largo de los años, una de cuyas últimas muestras nos ha traído el reciente estreno de Mamma mía!, rejuveneciendo los éxitos del grupo sueco Abba.

Con Street Dance estamos en otra modalidad del musical cinematográfico desde el éxito del baile callejero que ya ha tenido muestras bien patentes en algunas películas. Uno de los precedentes más nobles es West side story, aunque eso son palabras mayores y de las que la película que hoy nos ocupa queda a años luz.

Street dance nos recuerda el precedente de Dirty Dancing (1987) y sobre todo Step Up (2006), aquel film en el que un grupo de jóvenes delincuentes abandonaban su actitud para dedicarse a su afición favorita: el baile, del que estas película que hoy consideramos es una secuela.

Es indudable que Step up fue un éxito notable en el ámbito juvenil y lo que aquí se ha pretendido es continuar con una temática parecida, sino igual, para dedicar sus mejor secuencias a las más espectaculares coreografías ilustradas por una banda sonora original en la que no faltan los más famosos éxitos de las grandes estrellas del "pop" actual.

Así lo demuestra el predicamento logrado entre el público adolescente de Estados Unidos. Protagonista muy singular de esta película es Briana Evigan que encarna a Andie, una chica negra muy rebelde, empeñada por todos los medios en ingresar en la rigurosa institución dedicada al baile Maryland School of the Arts.

Tratando de conservar su personalidad intentará contadas sus fuerzas por integrarse con los demás, uniéndose a uno de los bailarines más destacados de la escuela, Chase, para formar un grupo que participará en los certámenes de baile alternativo y urbano de Baltimore. La amistad y la colaboración darán paso a una inevitable historia de amor, entre la chica díscola y el aprovechado estudiante, contrapunto casi obligado en este tipo de historias.

Aparte de su evidente falta de originalidad y cargada de buenas intenciones, Street Dance adolece de un guión mucho más competente. A pesar de ello su director, el debutante John M. Chu, sabe resolver bien las escenas de acción que se materializan fundamentalmente en las secuencias de baile, en las que participan jóvenes y atractivos intérpretes que harán las delicias del personal.

Sin duda el más joven que encontrará mayores encantos en esta película.

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