Cultura

Expertos en el arte del ruido

  • El Pop Caac acoge la explosión de Löbison, Astropálido y Agoraphobia

El jueves comenzó el último tramo del ciclo Pop Caac con los conciertos organizados por Música es Amor, el colectivo surgido de las cenizas de Espárrago Rock y Munster Tourin hace quince años y que aquí en la Cartuja ha empezado a celebrar los fastos de tan redondo aniversario, que continuarán durante los próximos meses, con una deliciosa tarta musical de cumpleaños compuesta por la fuerza combativa de Agoraphobia, la delirante poesía de Löbison y el hedonismo perverso de Astropálido.

Con el añadido de un guitarrista masculino, Agoraphobia la forman cuatro chicas gallegas de figuras aparentemente frágiles, pero que en el momento en el que el ritmo y los primeros acordes de Space race cobraron vida adoptaron una actitud agresiva que aplastaba cualquier clase de delicadeza bajo sus pies, sobre todo cuando encadenaron la canción con Karlova. Fueron mucho más impactantes, combativas y emocionantes que cuando estuvieron antes en Sevilla con un set de hard rock efectista que no tiene nada que ver con la embriagadora actitud del punk proto riot grrrl que presentaron esta noche, balanceándose entre lo dulce y lo siniestro, pero siempre sediciosas hasta el Zero final.

En los conciertos de Löbison la idea no es que disfrutes de ellos, sino que te sometas a lo que escuchas y ves; con Juamba d'Estroso oficiando de maestro de ceremonias que se mueve entre el buscado ridículo de las boas de plumas y el poder de sus canciones con esa mezcla de pasión y ácido que las hace tan poderosas como sórdidas. Santi y Jaime, al bajo y la batería, moldean el enorme muro de ruido contra el que golpean los susurros y rugidos de Juamba, que estira con su guitarra cada canción hasta sus límites. Una disposición a arriesgarse muy de agradecer aunque incomprendida por una parte de la audiencia, poco receptiva a este retrato del enfermo enfrentado a su bestia.

Astropálido tuvieron un sonido sutil, complejo y fascinante. Con sus canciones entramos en un estado de catarsis porque esta gran banda fue capaz de unir sin fisura alguna las alegres posibilidades del sonido melódico con el aplastante peso del ruido. Rafa Leone es un intérprete en la cima de su juego y el público no tardó en reconocerlo. La ovación que lo golpeó al final del espectáculo parecía como si se hubiese estado gestando durante al menos un par de décadas, cuando Astropálido es una banda novísima que apenas venía a presentarnos Mentiras para contar la verdad, el disco que ha marcado su reciente salida a escena.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios