Acuerdo histórico para avanzar hacia la acción global contra el cambio climático
La COP29 establece un nuevo objetivo de financiación que triplicará los recursos destinados a los países en desarrollo
La Conferencia de Cambio Climático de las Naciones Unidas (COP29) concluyó hoy con un avance histórico en la lucha contra la crisis climática: un nuevo objetivo de financiación climática que triplicará los recursos destinados a los países en desarrollo, pasando de 100.000 millones de dólares anuales a 300.000 millones de dólares anuales para 2035. Además, se estableció un compromiso global para movilizar 1,3 billones de dólares anuales provenientes de fuentes públicas y privadas en el mismo periodo.
Un nuevo pacto financiero para el clima
Este acuerdo, conocido como el Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado de Financiamiento Climático (NCQG), es fruto de intensas negociaciones y años de trabajo preparatorio. Simon Stiell, Secretario Ejecutivo de Cambio Climático de la ONU, calificó el acuerdo como una “póliza de seguro para la humanidad”, destacando la urgencia de cumplir con las promesas para proteger a miles de millones de personas.
El objetivo no solo busca abordar los impactos devastadores del cambio climático, sino también impulsar la transición hacia una economía de energía limpia, que según la Agencia Internacional de Energía alcanzará por primera vez una inversión global de más de 2 billones de dólares en 2024.
Logros clave de COP29
Entre los avances más destacados en COP29 se encuentran algunos relativos al carbono. Después de casi una década, se completaron los acuerdos sobre los mercados de carbono bajo el Artículo 6 del Acuerdo de París. Esto permitirá un comercio eficiente de créditos de carbono entre países y establecerá un mecanismo de acreditación con fuertes salvaguardas ambientales y de derechos humanos.
Asimismo, respecto a la Transparencia climática, trece países han puesto sobre la mesa sus primeros Informes Bienales de Transparencia (BTR), marcando un precedente para fortalecer la base de evidencia sobre la acción climática global.
Por otro lado, se lanzó la Hoja de Ruta de Adaptación de Baku, que prioriza el apoyo técnico y financiero a los países menos desarrollados y pequeñas islas, mientras se establecen programas para implementar Planes Nacionales de Adaptación. Además, se adoptó el Plan de Trabajo de Baku, que eleva la participación de comunidades indígenas y locales en las estrategias climáticas globales.
Una llamada urgente a la acción
Aunque se lograron avances significativos, Stiell enfatizó que "ningún país obtuvo todo lo que quería" y que queda una montaña de trabajo por delante. El acuerdo también prepara el terreno para la actualización de los planes climáticos nacionales (NDCs) el próximo año, donde todos los países deberán ampliar sus compromisos para mantener el límite de 1,5°C de calentamiento global.
Con más de 55.000 asistentes, incluidas organizaciones civiles, jóvenes y líderes indígenas, COP29 reafirmó que la lucha contra el cambio climático requiere de una colaboración inclusiva e intergeneracional. Los compromisos adoptados son un paso adelante, pero los retos aún son inmensos en el camino hacia la COP30 en Belem, Brasil.
En palabras de Stiell: "El Acuerdo de París es el salvavidas de la humanidad; no hay otro plan. Lo que hemos logrado en Baku es un paso crucial, pero debemos redoblar esfuerzos para asegurar un futuro sostenible para todos".
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