Parte del colectivo de taxistas de la cooperativa Teletaxi tiene intención de dejar de prestar servicio a la barriada de Marismas del Odiel después del último robo que sufrió un empleado de esta compañía.

Los hechos ocurrieron el pasado miércoles alrededor de las 06:30 cuando un taxista de la compañía se encontraba en la parada de La Merced, momento en que una persona demandó su servicio en dirección de la barriada del Carmen.

Según relató el agredido, una vez que el vehículo superó la avenida Cristóbal Colón y llegó a la altura de la rotonda del Ancla el individuo solicitó al taxista que se dirigiera a Marismas del Odiel, donde debía realizar una breve parada en la entrada de la barriada. Una vez efectuada la maniobra y tras alcanzar el lugar acordado, el agresor comunicó al taxista que se encontraba bajo los efectos del mono y que su única intención era "quitarle el dinero que llevara encima" para procurarse la droga que necesitaba. Previamente, el individuo se había introducido la mano en un bolsillo del pantalón y amenazó con sacar un objeto punzante para lograr el botín que se había propuesto.

Ante la amenaza, el taxista comunicó al agresor que la recaudación hasta ese momento había sido mínima, ya que acababa de iniciar la jornada de trabajo, y que tan sólo disponía de 40 euros entre billetes y monedas en efectivo. Tras un intercambio de palabras, el taxista le entregó todo el dinero que tenía disponible, mientras que el individuo volvió a amenazarlo con que no dijera nada a la Policía o se atuviera a las consecuencias, momento en que "abandonó el vehículo con toda la tranquilidad de mundo y se adentró en la barriada". Entonces el agredido decidió abandonar el lugar, producto del ataque de nervios que sufrió, a pesar que había dado el aviso de alarma a la cooperativa y la Policía y que hasta allí se dirigían tanto algunos compañeros de trabajo como agentes de la seguridad ciudadana.

Tras lo sucedido, el agredido (J.D.L.) presentó una denuncia en la Comisaría, en la que detalló los rasgos del agresor, que previamente había intentado hacerse con los servicios de otro taxista que se encontraba también la parada. La descripción, un hombre de 1.65 metros de altura, moreno y complexión normal, se corresponde con la facilitada por otro conductor que sufrió también agresión similar hace unos meses.

J.D.L. y otros taxistas han expresado su intención de no realizar el servicio a la barriada marismeña hasta que no se garantice su seguridad. Teletaxi continúa reclamando ayudas económicas para la instalación de mamparas de protección en los vehículos que hasta ahora deben costearse los trabajadores.