El bullicio y la fiesta dieron paso al silencio. El gentío, a una soledad que el recinto apenas ha conocido (más que en días contados) a lo largo de sus 144 años de vida. El viejo Mercado del Carmen (1866) echa el telón. Definitivamente.

En la trastienda, puestos desmantelados, cajas cargadas de historias, básculas que miden su peso en recuerdos y más de una lágrima acompañada de risas nerviosas. "Llevo llorando desde que me desperté esta mañana, imagina lo que puede ser a partir de ahora..." confiesa una frutera que tomó el relevo en el puesto de manos de su padre. Son las imágenes que (ya sin testigos) se sucedían ayer de puertas para dentro en el día de una despedida tan esperada como temida por los comerciantes durante los tres últimos años, en los que se ha ido posponiendo la mudanza a las nuevas instalaciones de Pescadería (anunciada en este tiempo en cerca de una veintena de ocasiones).

La inédita imagen de un mercado mudo y casi desierto llegaba apenas horas después de que la plaza se despertara más arropada que cualquier otro día y se viera abarrotada de esquina a esquina. Huelva quiso estar en el adiós definitivo, cuando las puertas del viejo edificio se cerraran por última vez antes su demolición (aún sin fecha señalada en la agenda política).

La vieja plaza, centro de la vida social onubense y testigo de la evolución de sus gentes y de la ciudad en tres siglos, nunca hasta su despedida vio tanta cámara fotográfica en una sola mañana. Desde la entrada principal en la que reza el año de inauguración del mercado, a los puestos de churros (con colas que no se veían desde hace años), los de pescado, frutas o carnes y, por supuesto, las flores, forman ya parte no sólo del recuerdo sino del archivo fotográfico de cientos de onubenses. En cada pasillo y a cada paso, no se avanzaba sin tropezar con un onubense que, ajeno a la remodelación urbanística, quería llevarse la imagen de su plaza. Para siempre.

Nostalgia e historia fueron los dos términos que más se repitieron el día en el que la plaza echa el cierre. El alcalde, Pedro Rodríguez, destacó "la profesionalidad y el servicio" prestado por los comerciantes "a veces en condiciones infrahumanas" en los últimos años y señaló que el nuevo mercado que mañana lunes abre sus puertas en Pescadería, se convertirá en un "enclave estratégico entre el casco histórico y la Huelva del siglo XXI".

El presidente de la Asociación de Detallistas, Pedro Nieto, acompañado por el presidente de la Federación Onubense de Empresarios (FOE), Antonio Ponce, consideró que a pesar de "dejarnos aquí un trozo de vida, vamos a ganar en comodidad, amplitud e higiene".

Precisamente ante la apertura del edificio nuevo, la Empresa Municipal de Transporte Urbano de Huelva (Emtusa) va a ampliar a partir demañana los recorridos de las líneas 3, 4 y 7 con el propósito de ofrecer un mejor servicio a los ciudadanos, lo que supone "una mejora importante" ya que va a facilitar el acceso de a las instalaciones a través del transporte público.

El origen del Mercado del Carmen arranca en 1861, cuando la Corporación Municipal de entonces se da cuenta de la necesidad de construir un nuevo edificio, que se inauguró de forma definitiva el 20 de enero de 1866, después de cinco años de dificultades, incluyendo diversos proyectos de construcción firmados por promotores particulares como José de Lastra o la compañía La península que fueron descartados.

Fue en 1864 cuando el alcalde Fernando de la Cueva Cáceres y el contratista Antonio Cortina Bustamante firmaron definitivamente el contrato que daría lugar al Mercado del Carmen, instalaciones construidas para una población de 8.823 onubenses, que fue ampliándose poco a poco, de manera anárquica a medida que crecía la ciudad. Un mercado que, sin embargo, no pudo responder al vertiginoso crecimiento que experimentó la ciudad, ya que en 1940, ni un siglo después de su inauguración, comenzaron las críticas y la reivindicación ciudadana para lograr un nuevo edificio.

En la década de los 80, los comerciantes del Mercado del Carmen se asocian por primera vez, creando la Asociación de Detallistas del Mercado del Carmen, bajo la presidencia del recordado Juan Ortiz García, con un objetivo prioritario: reivindicar ante el Ayuntamiento de Huelva un nuevo edificio.

Los primeros contactos, bajo el mandato del alcalde José Antonio Marín Rite, se saldaron con un proyecto para renovar completamente la techumbre del viejo edificio. Un proyecto valorado en 8 millones de las antiguas pesetas, que financiaron los propios detallistas. Al llegar al Ayuntamiento de Huelva Pedro Rodríguez, en la primera legislatura se llevó a cabo una remodelación del viejo edificio y el compromiso de un nuevo mercado.