La misma familia Muñoz que encargó el edificio de la calle Palacio fue propietaria de otra vivienda de corte modernista en el primer cuarto del siglo XX, con un almacén en el que instaló su imprenta. Esa construcción es La Casona, otra de las joyas arquitectónicas de Huelva que subsiste en la Alameda Sundheim esperando mejor suerte.

El Grupo Lyncis se ha fijado en ella, también con el propósito de rehabilitarla y devolverle el brillo del pasado, como ahora ha empezado ya con la antigua Papelería Inglesa. Las negociaciones para la adquisición del inmueble se llevaron prácticamente a la par que las del edificio de la calle Palacio con los mismos propietarios. El grupo empresarial onubense tiene en estos momentos un derecho de compra sobre la propiedad, a falta de ejecutar sólo en caso de que el estudio de viabilidad de la rehabilitación sea positivo.

La recuperación del valioso edificio y la restitución de su estado original es lo único que motiva la compra de La Casona, asegura el arquitecto Alfredo González González, que sólo supedita la actuación a la parte económica.

No quieren que ocurra como con el edificio de la antigua Clínica Vázquez Limón, en el número 11 de la calle La Fuente, en manos ya de Grupo Lyncis pero con su restauración aparcada hasta encontrar la viabilidad económica de la misma. El contratiempo, sin embargo, no ha impedido actuaciones puntuales para superar las inspecciones y mantenerlo a salvo de un deterioro mayor.

Los tres edificios, en cualquier caso, forman parte de la estrategia iniciada en el centro de Huelva para conservar el patrimonio arquitectónico onubense en el ámbito privado. “Si lo conseguimos, será bueno para todos”, afirma el responsable de Lyncis Design.