Voces de Huelva

Manuel Correa: “Cuando realizo un pregón me decanto por la fórmula más original para que sea ameno”

  • El pregonero del Patrón de Huelva en 2020 no entiende un discurso sin música, por lo que ha compuesto fandangos que será interpretados por la Asociación Cultural Flamenca Amparo Correa

Una voz construida para transmitir aúpa a Manuel Correa al selecto círculo de personalidades onubenses que han confeccionado un pregón para rendir homenaje a San Sebastián, Patrón de Huelva. Asimismo, su vinculación con la ciudad se vertebra en múltiples facetas artísticas que se han deleitado con la destreza de una persona que siempre supo llegar al corazón de quiénes le han escuchado con sus letras.

–El pregón a San Sebastián para el año 2020 está en buenas manos.

–Eso espero. Si te pones a pensar en Huelva actualmente hay un sinfín de pregones al año, pero este me hace especial ilusión. Los pregones van cambiando con el tiempo y yo siempre procuro que los míos sean divertidos para el público. Yo cuando asisto o doy un pregón y veo muecas de la gente en sus asientos pienso que alguno está estorbando así que trataré de que la diversión esté asegurada.

–¿Suelen ser aburridos los pregones, entonces?

–Pienso que bastantes. Hay muchos pregones aburridos porque el pregón tiene que conectar y quizá esa conexión sea inexistente, si bien he de decir que lo que a mí me puede parecer divertido a otro le puede resultar aburrido, pero está claro que hay que buscar fórmulas que amenicen un discurso que se prologan a la media hora. Por ejemplo, muchos recurren al recurso poético, pero si todo es poético suele ocasionar aburrimiento para el público con motivo de esa musiquita particular que tienen este tipo de pregones. En mi caso, cuento siempre con la realidad musical y trato de dejar los ojos medio abiertos para ver si mi discurso le llega a las personas que asisten.

–Tiene una visión un tanto original sobre lo que debe ser un pregón en la actualidad.

–Así está visto desde mi prisma. Pienso que hay diferentes formas para contar un hecho. Por tanto, si tengo ante mí un abanico de opciones, prefiero decantarme por la que yo considero más original, aunque no a todo el mundo puede gustarle, claro está.

–¿Puede adelantarnos qué comunicará a los presentes acerca del Patrón?

–Emplearé los primeros diez minutos para saludar y hablar del santo, el gran protagonista del día. En esta primera parte no voy a decir nada nuevo porque ya sabemos toda la información acerca de la vida de San Sebastián, por lo que haré un esbozo de cómo se crió y que le ocurrió. De este modo, daré una pequeña seña de lo importante que es San Sebastián en la provincia porque es el número uno de los patrones.

–Un comienzo más habitual para después descargar su dosis de originalidad.

–Esa es la idea. Luego utilizo una palabra que está muy de moda en la actualidad, que es la de interactuar con el público. Será entonces cuando realice una salida virtual desde la antigua ermita – que yo no conocí –. Por tanto, me invento un recorrido que empieza el 22 de enero de 1958, en el que San Sebastián se detendrá en las tabernas del barrio, las cuáles termino convirtiéndolas en templos, si bien contextualizo acerca de qué se trataba en las conversaciones de tabernas durante la época que narro. Como en los templos lo que se hace es rezar y cantar, pues con esa excusa hilo hasta ocho fandangos que he compuesto y que interpretará de forma desinteresada la Asociación Cultural Flamenca Amparo Correa. Además, habrá un último fandango en el que incluyo un estribillo y será un himno de despedida. Tengo también que decir que todos son originales menos uno, además de una poesía que leeré que me encantó por las connotaciones que tiene. La misma se puede encontrar en la obra Alma Choquera, de Manuel Romero.

–¿Será diferente este pregón a otros que haya realizado con anterioridad?

–He de decir que pocas cosas he hecho que no lleven música en cuanto a los pregones se refiere. Por tanto, en este apartado no presenta una particularidad especial con respecto a otros que haya realizado anteriormente. Ahora bien, a nivel sentimental es una hermandad con la que guardo una especial devoción. De hecho, mis vínculos se remontan a mi infancia, pues cuando apareció esta iglesia me convertí en uno de los primeros monaguillos, ya que conocía al párroco de por aquel entonces porque mi padre me lo presentó.

–¿Es diferente el pregón a un santo que a una virgen, por ejemplo?

–Desde mi punto de vista son muy distintos. De hecho, suelen ser más aburridos y para evidenciarlo lo explico de una forma sencilla. Si a una persona le dan un folio y un lápiz para escribir sobre el padre, seguro que hace una perfecta redacción de una página. Ahora bien, si va dedicado ese folio a la madre, seguro que se necesitarían más hojas para contar todo lo que se quiere. No hay una explicación real, pero desde mi punto de vista podemos explicarlo así.

–¿Se planteó en algún momento que pudiese ser designado para pronunciar el pregón?

–Claramente, no me lo esperaba. Cuando te dedicas a un ámbito de la vida – en mi caso la confección de letras –, hay cosas que te hacen especial ilusión, pero en ningún momento llegas a imaginar que terminen por darse y, concretamente, este pregón es un sueño que siempre tuve y que, por suerte, voy a poder cumplirlo hoy.

–En la presentación de esta semana del cartel de San Sebastián, usted comentó que tuvo que consultarlo con la almohada.

–Claro. Cuando hay cosas que sueñas y te llegan también hay que consultarlo con la almohada por cómo se pueden desencadenar los hechos. Reconozco que lo que me da miedo es inventar y no ser fiel a la lectura en un momento tan importante para mí, pues hay que seguir el guión sin ningún despiste y no tienes a nadie para recordarte cómo continúa el discurso porque si te pierdes y no encuentras la solución, la lectura deja de ser amena.

–¿Qué aspectos son claves para que la lectura no le aburra a los asistentes?

–Uno de ellos es el soniquete especial que hay que emplear para hacer llegar lo que deseas transmitir, porque el ritmo de lectura es crucial para que algo sea o no aburrido. Otro aspecto al que le doy muchísima importancia es la entrada, pues es el momento de enganchar al público, ya que si al principio no le enganchas, lo más seguro es que se duerman. Al fin y al cabo no tengo la varita mágica de la diversión, pero trato de tener estos aspectos presentes en los pregones.

–¿El sentido especial de este pregón viene dado por ser para una hermandad con un hueco en su corazón?

–Yo siempre digo que con la Hermandad de Estudiantes tengo toda y ninguna vinculación, porque realmente no pertenezco a ella. Con toda me refiero a mi infancia, pues con 10 años me fui a vivir a la calle que se llamaba Pasaje Gil Martín – con reminiscencias del gobierno que estaba instaurado – y, al poco tiempo, apareció la Hermandad de Estudiantes en el templo que hoy tiene. Yo sigo teniendo una casa en la calle Pasaje Cristo de la Sangre, una calle muy simbólica porque desde mi casa es donde se canta la primera saeta del itinerario del Cristo durante la Semana Santa, siendo además una zona muy popular en este período del año.

–¿Cómo ha sido el proceso de escritura del pregón?¿Le ha resultado complejo?

–Para nada me ha costado. Realmente nunca decidí coger y sentarme un día para escribirlo. Yo pienso que este tipo de discursos se escriben según lo que dicte el corazón a la propia escritura, por lo que ha sido en arreones, por decirlo de alguna manera. Además, para mí el comienzo de un pregón que versa sobre un tema religioso es muy sencillo, porque tengo la costumbre de tomar una oración breve que me guste y vaya al hilo de lo que voy a contar y de la figura que exalte.

–Ha aportado usted numerosas nociones sobre en qué va a consistir su pregón, ¿alguien lo conoce al pie de la letra ya o será una sorpresa para todos los que asistan esta mañana?

–Todas estas cuestiones ya se las he comentado a amigos míos y a familiares o personas de mi entorno, pero el discurso íntegro solo se lo he hecho a mi hermana. Un día la senté en el sofá y le dije que de ahí no se movía hasta que yo no terminase mi pregón porque, al fin y al cabo, todos queremos tener una primera reacción antes de saltar a la palestra. La verdad que en mi familia tampoco tengo muchos fieles seguidores, es decir, los piropos a mi obra son más bien escasos, pero mi hermana me mostró su satisfacción, así que creo que a la mayoría le gustará cómo está construido.

–Su móvil no habrá parado de sonar desde que se anunciara que iba a ser la persona encargada de pronunciar el pregón.

–Los mensajes de cariño no han faltado y reconozco que han sido muchos. Ver que hay mucha gente que se acuerda de mí cuando me pasa algo bueno me congratula. Yo siempre he sido una persona que ha disfrutando ayudando y todo lo que me proponían lo hacía. Por ejemplo, si alguien necesitaba que le compusiera una pieza o que acudiera a un determinado acto para leer. Nunca me negué porque es una vocación que tengo y, al fin y al cabo, esto te permite conocer a muchas personas ligadas al ámbito artístico de la provincia de Huelva que luego se acuerdan de ti en estos momentos.

–¿Qué significa para usted San Sebastián y todo lo que representa para una ciudad de la que es patrón?

–Para mí San Sebastián es una figura muy importante dentro de la ciudad de Huelva. Actualmente, podríamos decir que ha resurgido de sus cenizas porque, si recordamos bien, con la desaparición del cementerio que se llevó a su antigua ermita y su consiguiente traslado al templo actual, la crisis era notoria. Gran parte de Huelva perdió esa ilusión que siempre ha rodeado al Patrón. Sin embargo, ahora las nuevas generaciones han empezado a tomar conciencia de lo que significa San Sebastián para la ciudad y ya hacen visible el cariño que sienten por el Patrón. En este sentido, debemos mucho a la Hermandad de Estudiantes porque ha trabajado para que el cariño vuelva a aflorar, aunque he de decir que no son los únicos culpables. La asociación de antiguos vecinos ha propiciado que los antiguos sentimientos hacia él vuelvan a resurgir en estos tiempos y esto se hace palpable cuando vemos cómo la ciudad está volcada para tan señalada fecha.

–La celebración del Patrón ha cambiado sustancialmente con respecto a años anteriores. ¿Le gusta el enfoque actual de la festividad?

–Absolutamente. Todo lo que se hace actualmente me gusta, pero hay que entender que toda la festividad está acomodada a los tiempos actuales. Por ejemplo, yo no las conocí, pero me consta que antes de yo nacer se hacían verbenas para festejar con San Sebastián. Ahora el Ayuntamiento y la Hermandad de Estudiantes, además de las múltiples personas que echan una mano, ofrecen una programación extensa y variada para que todos salgan a la calle y disfruten de un día único en el año.

–¿Podría ser este el culmen de un sinfín de pregones realizado por usted?

–Por toda la significación que tiene me hace especial ilusión, pero si yo tuviera que elegir un premio en la ciudad sería el de onubensismo porque siempre he llevado el nombre de Huelva allá por donde he estado. Cuando he conocido a personas de fuera, siempre les he hablado bien y a través de mis letras he querido mostrar una visión bella de lo que es la provincia para mí.

–La periodista Inmaculada González será su presentadora.

–Yo elegí a Inmaculada por una cuestión de amistad. La conozco de hace mucho tiempo y me encantó la idea de que fuera ella quien me presentase en este momento tan especial. Además, por ciertas cuestiones personales como el haber sido una de las mujeres que contribuyó a que Estudiantes permitiera la salida de mujeres con capirotes, creo que no hay mejor persona para desempeñar esta tarea y me consta que está muy feliz por hacerlo.

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