Psicología y Salud: Navegando con los cambios
Todo está en ti
Los giros inesperados de la vida pueden desestabilizarnos emocionalmente, pero también son oportunidades para crecer si desarrollamos resiliencia y aprendemos a adaptarnos con conciencia y autocuidado
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Navegando con los cambios de la vida, con la agitación y activación que supone, se refiere al proceso de gestión y adaptación a desafíos y transformaciones en nuestra vida o en nuestro entorno. Estos cambios podrían ser desde mudarse a una nueva ciudad, cambiar de empleo, el fin de una relación… Los cambios también pueden ser a nivel global como políticos o sociales, desafíos económicos, etc.
A nivel de salud mental, estos naufragios significan entender y manejar las respuestas psicológicas y emocionales que estos cambios pueden provocar en nosotros, que serán diferentes para cada uno de nosotros, porque cada uno ve su mundo desde una perspectiva con unas necesidades, deseos, valores y creencias individuales. Estos cambios pueden provocar verdaderas sensaciones de incertidumbre, inestabilidad, además de llevarnos al estrés, ansiedad e incluso, en último término, a la depresión. Además, también podríamos experimentar incertidumbre y confusión, sintiéndonos inseguros sobre el futuro y con dudas sobre qué pasos dar ante dicha situación. A veces este cambio implica una pérdida: de un ser querido, de un trabajo, de un traslado de ciudad, de una rutina… y esto también nos puede generar sentimientos de dolor o tristeza. Pero los cambios no son todos negativos, ya que para mí las crisis son oportunidades. Estos movimientos pueden traer nuevas posibilidades de experiencias que nos ayuden a crecer y mejorar nuestras circunstancias de vida. La famosa frase es “salir de la zona de confort”, por eso algunos cambios pueden parecer aterradores, mientras que otros pueden parecernos maravillosos.
Lo importante es que aprendamos a desarrollar nuestra resiliencia y averiguar y entender cómo adaptarnos a estos cambios de manera efectiva. Lo importante es darte cuenta de que, en esta circunstancia de cambio, hay una parte que no depende de ti (la cual no tienes control directo). Aprender a naufragar se trata de construir habilidades y no quedarte en sobrevivir y llegar a la orilla, sino de ir nadando en confianza y optimismo.
Es cierto que los cambios traen muchas veces incertidumbre sobre el futuro, lo cual nos rompe la estabilidad que tanto anhelamos los seres humanos, esa seguridad y comodidad. El cambio, normalmente, puede a veces amenazar tu identidad, pensando que si pierdes este trabajo, ¿qué va a ser de ti?, incluso dudar de tus capacidades, lo que te va a conducir a la angustia y a la desorientación. Este cambio te va a obligar a procesar mucha información rápidamente, a tomar decisiones y, a la vez, a ajustar tus comportamientos, lo cual puede llevarte a una sobrecarga cognitiva y esos sentimientos pueden ser demasiado abrumadores. El peaje emocional de un cambio puede ser muy agotador, manifestándose con cambios de humor e irritabilidad. Pero todo esto es súper importante y vital para poder tener una mejor salud mental, gestionándolo eficazmente y ayuda a mantener la estabilidad de control en tiempos inciertos, aliviando el estrés y la ansiedad.
Hay una serie de pautas que pueden ayudarnos a naufragar en los cambios de la vida: reconocer tus sentimientos, es decir, lo importante que es aceptar tus emociones en lugar de suprimirlas; de esta manera no se acumulan y no explotaríamos más tarde. Háblalos con algún amigo, cuéntale cómo te sientes, explícale tus emociones, escríbelas o exprésalas a través de alguna actividad artística que te guste o, por supuesto, con un profesional.
También es clave elegir mecanismos de afrontamiento saludables; beber más alcohol para superar momentos difíciles no te va a ayudar a tomar buenas decisiones. Hay comportamientos muy poco saludables como la evitación, la culpa, la crítica, y esto no te va a llevar a ningún buen resultado, todo lo contrario, terminarán haciendo que el problema sea más grande. Ya sabemos que hay hábitos muy saludables como hacer algo de ejercicio, dormir bien, llevar una dieta equilibrada, practicar meditación, pasar tiempo con personas que te importan y con las cuales te sientes a gusto, etc.
Es importante trabajar en tus pensamientos, es decir, puedes elegir ver el cambio como algo positivo o negativo. Seguro que el cambio te puede costar, pero también es una oportunidad de crecimiento y evolución personal para el desarrollo interior.
Como siempre digo, concéntrate en lo que puedas controlar, porque hay cosas que se te van a escapar, y si te enfocas ahí vas a perder toda la seguridad, ya que te vas a sentir indefenso. Céntrate en lo que dependa de ti.
Sé flexible, ya que si estás en una situación en la cual estás naufragando y ves que no puede ser como tú quisieras que sea, pues adáptate al cambio, no seas tan rígido, desafía tus creencias incluso.
Regula tus expectativas, es decir, si siempre esperas que las cosas sean de cierta manera y no cambias, vas a estar decepcionado con la vida. Ser flexible con tus expectativas te va a permitir adaptarte más fácilmente a los cambios. Las expectativas rígidas llevan a la decepción y la frustración cuando las cosas no van como uno hubiese querido.
Sé paciente y compasivo contigo, es importante que te des tu tiempo y esa bondad hacia ti, dándote cuenta de que estos sentimientos van a pasar.
Intenta llevar una rutina, no quiere decir monotonía, sino tener regulados los horarios de comida, ejercicio, trabajo y ocio, porque esto puede reducir el estrés.
Practicar la gratitud, en eso soy muy pesada, pero entiendo que la gratitud ayuda a potenciar las emociones positivas y puede mejorar muchísimo tu salud mental.
Cuídate, no puedes estar todo el día pendiente de todos. Cada uno tiene que trabajar lo suyo. Que puedas ayudar a alguien no significa que lo priorices; tu prioridad tiene que ser tu autocuidado.
Apóyate en tu red social, ya que una red de apoyo puede proporcionar comodidad emocional y ayuda cuando la necesites.
Para eso, hay que estar conectado con los amigos y familiares y, por último, como siempre digo, busca ayuda de un profesional si ves que este cambio te está afectando demasiado.
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