Era casi un clamor popular en los últimos días, y a última hora de la tarde del viernes comenzó a hacerse realidad con la decisión del Ayuntamiento de Punta Umbría de cerrar sus playas. Había que persuadir, como fuese, a las miles de personas que, provenientes de otras regiones de España con una alta incidencia de casos positivos de coronavirus [especialmente de Madrid], de que el requerimiento de las autoridades sanitarias para permanecer en sus casas no suponía unas vacaciones extras en la costa onubense, y el Consistorio puntaumbrieño pensó que precintando uno de sus mayores atractivos turísticos contribuiría a tal objetivo

No tardaron en seguir el mismo ejemplo otros municipios la misma noche del viernes, como fue el caso de Moguer y Ayamonte, y ya a lo largo de la mañana de ayer sábado el cierre de las playas onubenses era prácticamente total con el precintado paulatino de los accesos a las zonas de baño de Lepe, Isla Cristina, Cartaya, Almonte y Palos de la Frontera.

El Consistorio puntaumbrieño explicó en un comunicado que dicho cierre se adoptaba, básicamente, como medida para "trasladar a la ciudadanía y a los visitantes la importancia de permanecer en casa ante la pandemia de coronavirus", para lo cual el litoral del municipio "estará durante los próximos días cerrado al público y con las pertinentes medidas de vigilancia por parte del Consistorio".

El Ayuntamiento también hizo un llamamiento a la responsabilidad y a salir de casa lo menos posible atendiendo a las recomendaciones de las autoridades sanitarias, a aquellas personas que han viajado a Punta Umbría desde zonas de alta transmisión comunitaria por disponer en este municipio de su vivienda vacacional, dejando claro que "no son unas vacaciones, es una emergencia en materia de salud. Sólo con responsabilidad saldremos de esta situación lo antes posible".

En este mismo sentido la Cofradía de Pescadores de Punta Umbría también anunció el viernes que la lonja local quedará restringida al acceso de turistas y visitantes "como medida preventiva", al tiempo que hizo un llamamiento a toda la sociedad para "tomar conciencia de la situación y actuar en consecuencia con nuestra obligación como ciudadanos".

Por su parte el Consistorio ayamontino, también a última hora del viernes, anunció el cierre de los accesos a sus playas, los cuales "permanecerán vigilados con el fin de impedir el paso a éstas".

En un comunicado, el Consistorio fronterizo indicó que "consciente de la gravedad de la situación provocada por la crisis del coronavirus, y con el objetivo de trasladar a la población la importancia de acatar las medidas impuestas por las distintas administraciones, que incluyen la permanencia de los ciudadanos en sus domicilios", procedería al cierre de los accesos a sus playas a partir de la mañana de ayer sábado.

En el caso de Lepe el Comité de Seguimiento constituido en el Ayuntamiento de la localidad en materia de atención a la emergencia sanitaria del coronavirus se reunió en la mañana de ayer sábado con el objeto de "reforzar y adoptar nuevas medidas a fin de prevenir contagios".

Así, tras activar el Plan Municipal de Emergencia en su primer nivel, el Consistorio lepero determinó el cierre tanto de las playas, como de los parques, jardines y transporte público en la localidad, así como decidió llevar a cabo controles en los accesos a determinados puntos del municipio "para evitar aglomeraciones".

El Ayuntamiento de Lepe también decidió cerrar la atención presencial al público en la Oficina de Turismo y reforzar los servicios de limpieza.

Por otra parte hizo un llamamiento a la responsabilidad de las personas que tienen una segunda residencia en la zona "porque no es el momento de realizar desplazamientos", así como a aquellos casos que ya se encuentran en la localidad les solicitó que "permanezcan en sus domicilios y cumplan las recomendaciones que la situación requiere".

Por otra parte, el Comité de Seguimiento recordó a toda la población la necesidad de quedarse en casa, no realizar desplazamientos a menos que sea absolutamente necesario, respetar la distancia de seguridad entre personas, reforzar la higiene especialmente con el frecuente lavado de manos y cumplir todas las indicaciones que las autoridades vayan determinando a lo largo de los próximos días.

A este llamamiento el Consistorio lepero sumó un mensaje de tranquilidad, puesto que "se trata de medidas exclusivas para prevenir y evitar que se produzcan casos de contagio", así como informó los establecimientos de alimentación "no tienen problema alguno de abastecimiento para la población".

Isla Cristina también cerró ayer sus playas, así como Cartaya, que indicó que tanto agentes de Policía Local como operarios municipales fueron precintando uno a uno los accesos a éstas "para impedir la afluencia de público y las concentraciones de personas en ellas"

El Consistorio cartayero también decidió cerrar todos los parques y jardines del término municipal, como ya habían hecho el resto de municipios costeros a lo largo del viernes, así como procedió a la colocación de carteles informativos en todos los núcleos, especialmente en los dos núcleos turísticos de El Rompido y Nuevo Portil, que según el Consistorio "han registrado una mayor afluencia de visitantes en los últimos días"

En esta misma línea, el Ayuntamiento difundió un comunicado apelando a la "responsabilidad ciudadana y en el que se solicita a los establecimientos comerciales y de hostelería que aún permanecen abiertos, que cierren sus puertas", por considerar que "favorecen la concentración de personas".