Más de cuarenta profesores jubilados de Educación Primaria y Secundaria de Huelva y provincia firman un documento en contra del pin parental, al que se han adherido otros maestros que como ellos han dedicado gran parte de su vida a la enseñanza. El escrito, que se está difundiendo a través de las redes sociales, “se ha hecho llegar al Ministerio de Educación”. Así lo apuntó Juan María Acosta, uno de los redactores del documento.

Acosta explicó que la iniciativa surge ante “la polémica generada en Murcia y posteriormente en la Comunidad de Madrid así como en la Junta de Andalucía” con el denominado pin parental, por lo que este grupo de profesores jubilados de Huelva consideró necesario elaborar un manifiesto público en el que se recogen aquellos “pensamientos” en los que coinciden todos los firmantes, y que giran, según subrayó, en torno a una pluralidad educativa, la autonomía del centro, la libertad del profesor en el ejercicio de su profesión y la educación integral de los alumnos.

En el documento se realiza un recorrido por el marco legislativo, partiendo de la Constitución Española y pasando por el Estatuto de Autonomía de Andalucía y Leyes Orgánicas de Educación, en cuyo articulado se establece “la autonomía pedagógica de los centros y la educación en valores, la igualdad y la atención a la diversidad”, señaló Acosta, que se mostró contrario, al igual que el resto de los firmante del documento, a que los padres de los alumnos puedan “vetar” unas determinadas actividades.

Se trata, en concreto, de las actividades complementarias que, tal y como recalcó, se desarrollan en horario lectivo, “son obligatorias para todos los alumnos y son evaluables, son de obligada asistencia”.

Incluidas en el Proyecto Curricular del Centro y en el Plan Anual, las actividades complementarias, que son programadas por los colegios, son aprobadas por el Consejo Escolar de cada centro, del que forman parte los padres de los alumnos, que participan en él a través de sus representantes. Aspecto este último en el que incidió Acosta.

En el documento, firmado por los más de cuarenta maestros jubilados procedentes de las distintas comarcas de la provincia de Huelva, se indica que el pin parental “contraviene las propias competencias del centro educativo, que tiene atribuida por ley la determinación y concreción de currículo escolar, independientemente de la libertad de enseñanza, la llamada libertad de cátedra, pudiéndose producir situaciones anómalas de vetos a cualquier temática que un padre o grupo pudiera plantear”, a lo que añaden las “dificultades organizativas” para los centros que esto conllevaría, ya que habría que determinar qué profesores se ocuparían del alumnado no participante en la actividad y qué espacio o aula se les destinaría.