Las obras en el antiguo edificio de Hacienda se esperan que puedan iniciarse a principios del próximo años, si se cumplen los plazos previstos en la licitación que acaba de hacer la Junta de Andalucía, por un importe de 5,69 millones de euros y un plazo de ejecución de 20 meses. Lo que se espera es que pueda acoger la delegación de la Junta de Andalucía a finales del año 2019.

La fecha límite para la presentación de las ofertas terminarán el 5 de septiembre y la apertura pública de la documentación será el 15 de septiembre. A partir de ese momento será cuando pase a manos de los técnicos de la Junta de Andalucía, por lo que se prevé que en unos dos o tres meses se realice la adjudicación y pasado un mes de la comunicación puedan iniciarse las obras. De esta forma, se espera que a primeros de 2018 se puedan iniciar las obras que con un plazo de 20 meses está claro que afectará a la celebración de la Semana Santa en dos años. Al estar en la Plaza de la Constitución ubicado palcos de la Carrera Oficial, el Consejo de Hermandades anunció en su día que los palcos del antiguo edificio de Hacienda pasarán a la delantera del Ayuntamiento, donde se ampliará toda esta zona.

Contará con una fachada contemporánea que se ocultará en la cubierta

La rehabilitación del edificio llevará consigo el traslado hasta el edifico de la Delegación de la Junta de Andalucía y pasará a la actual sede de Sanlúcar de Barrameda la Delegación de Fomento y Vivienda, con lo que se espera un ahorro en alquiler anual de 372.000 euros.

El edifico objeto de la intervención de la Junta de Andalucía se inauguró en 1953, según proyecto de Julián Laguna, de 1946. El interior será demolido en su totalidad, ya que según la Junta existen daños estructurales irreversibles. Al final sí se podrá recuperar la pintura mural existente, el llamado mural de la provincia del pintor Eduardo Vicente.

El proyecto de rehabilitación es de los arquitectos Cordón y Liñán. Tras la actuación, el edifico dispondrá de una superficie construida total de 3.518 metros cuadrados distribuidos en cuatro plantas de altura y una de sótano; la superficie útil será de 2.670 metros cuadrados.

Aunque se respetará la fachada neoherreriana, el proyecto de Cordón y Liñán contempla la creación de una fachada contemporánea oculta en la cubierta, de manera que en contraste al carácter historicista de la fachada real se presenta una nueva cualidad contemporánea.

El edifico lleva 23 años cerrados, habrá que esperar otros dos más para su reapertura, será entonces las bodas de plata.