María Luisa Carcedo. Ministra de Sanidad

“Nos podemos encontrar en el futuro con un serio problema de falta de médicos”

  • La titular de Sanidad resalta los esfuerzos realizados en planificar las necesidades que el sistema público tendrá en los próximos años en los que habrá numerosas jubilaciones

Carcedo, en su visita a Huelva.

Carcedo, en su visita a Huelva. / Correa (Huelva)

–¿Tienen ustedes la intención de revocar el copago de medicamentos que aplicó el Gobierno del PP en 2012?

–Esa es la intención. Queremos empezar por las rentas bajas de activos y pensionistas porque también hay personas con rentas bajas y con hijos que tienen dificultades, pues sus niños afrontan procesos que requieren de tratamientos. Calculamos que serán aquellos que están por debajo de de los 12.300 euros pues incluimos al colectivo con hijos a cargo que reciben la prestación no contributiva. Todo esos tendrían la eliminación del copago y los pensionistas de pensiones mínimas por debajo de 900 euros al mes.

–¿Sería algo progresivo?

–Nuestra prioridad es cubrir a los colectivos más necesitados pues hay más de un milón de personas que no pueden retiran medicamentos. Nos preocupan mucho los que tienen hijos a cargo. Esta medida ya estaba en nuestra propuesta de los Presupuestos y si seguimos en el Gobierno lo mantendremos en ellos.

–El colectivo médico pide más plazas en las convocatorias MIR. ¿Qué se va a hacer?

–La solución más inmediata es sacar más plazas. En esta última se han aumentado en un 5%. Para la siguiente se ha podido descubrir que hay otras 800 que fueron aflorando con capacidad de formación, de manera que para la próxima convocatoria habrá un aumento del 10%.

–Pero los médicos vienen advirtiendo desde hace tiempo que el sistema puede colapsar por falta de efectivos.

–Hemos hecho un trabajo en coordinación con las autonomías y por especialidad, para calcular las necesidades futuras y a día de hoy nos han contestado muy pocas. Ese estudio es importante para perfilar cómo serán las próximas convocatorias MIR pues estos años no se había hecho nada en el ministerio al respecto. Insistimos en que las autonomías nos respondan pues de no hacer nada habrá un problema multiplicado de falta de profesionales.

–Respecto a las listas de espera, ¿no puede implementar al ministerio unas pautas que sigan todas las autonomías y eviten su maquillaje?

–Teóricamente existen pautas de cómo contabilizar aunque luego se puedan hacer trampas. Lo que sucedió aquí en Andalucía es que el sistema estaba de acuerdo con los criterios generales. Se ha buscado una excusa para derivar a pacientes a la privada, pero es una cuestión política que los ciudadanos deberán valorar.

–En el programa electoral del PSOE se habla del “rol complementario de la privada”. ¿Eso deja abierta la puerta a la concertación?

–En Andalucía se está realizando una forma encubierta de privatización. En España hay sanidad privada que arranca por ejemplo, con las mutualidades de funcionarios y conciertos en algunas circunstancias, pero deben ser de apoyo puntual al sistema público que debe seguir siendo el grueso. No queremos por manía, que la sanidad sea pública sino que ésta cumple más misiones que van más allá de proveer de un servicio de salud. No existe además, ninguna evidencia de que la gestión privada sea más eficaz como dice la derecha. Es más: España es el segundo sistema más eficaz del mundo. No concebimos que se pueda introducir el negocio en la sanidad. Puntualmente en determinados lugares se podrá recurrir a la privada para el uso de una técnica o para un momento puntual de mucha presión.

–Los profesionales de la Atención Primaria se sienten la Cenicienta del sistema de salud.

–Ya aprobamos el marco estratégico de la Atención Primaria. Ahí están todas las medidas necesarias para revitalizarla. Es muy importante porque resuelve el 90% de las demandas de atención sanitaria. Hay que poner en valor la Primaria en la prevención, en el correcto tratamiento de las enfermedades crónicas entre otros puntos. El marco ya está aprobado y recoge medidas como no rebasar las 48 horas de espera en casos no urgentes o el número máximo de cartillas en las diferentes consultas.

–Cada vez hay más pacientes en situaciones invalidantes, lo que entre otras cosas supone un enorme copago para las familias.

–Es más que copago. Por eso es tan importante con los servicios sociales y los centros de salud estén conectados y se fomente la atención domiciliaria. Queremos adaptar la capacidad de respuesta del sistema a las demandas actuales. Ahora vivimos más y hay que dar más vida a esos años. El sistema debe adaptarse a esa situación, de qué se enferma ahora, si hay más cronicidad... El sistema de salud fue diseñado cuando había otras características y nos toca repensarlo.

–Volviendo al tema de los medicamentos, Andalucía estuvo usando el sistema de subasta aunque no fue seguido por ninguna otra autonomía socialista.

–Para ello se necesita una cierta economía de escala. No obstante hay algunos productos que se pueden adquirir por compra centralizada como son las vacunas y otros productos sanitarios. En el Consejo Interterritorial se sugirió la ampliación de medicamentos y otros productos para que se adquieran de manera centralizada. En Andalucía el sistema de subasta logró el ahorro de cerca de 200 millones de euros pues es una población de 8,5 millones de personas.

–¿Qué están haciendo para evitar las carencias de medicamentos en las farmacias?

–Estamos trabajando mucho en eso. Hemos elaborado un plan con las autonomías para coordinar lo de la falta de medicamentos para poder gestionar los estocajes que puedan existir. Estamos apretando a los laboratorios e incluso prevemos sanciones para cuando sea necesario pero sobre todo que no haya déficits de fabricación. La mitad de las ausencias son a causa de eso. Si un laboratorio se compromete no puede dejar de fabricar. Estamos actuando a muchos niveles pero cada caso hay que tratarlo de modo distinto.

–Los sanitarios se quejan de que sus sueldos son diferentes según la autonomía, ¿no se podrían equiparar las retribuciones desde el ministerio?

–Es complicado porque cada autonomía tiene sus competencias dentro del marco general de retribuciones de la función pública, cómo se desarrolla la carrera profesional, los complementos... aunque hay un marco general muy parecido.

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