El copago de los fármacos antitabaco beneficiará en principio a 800 onubenses
Sanidad
Las farmacias ya cuentan con abastecimiento suficiente de los dos principios activos incluidos
Alrededor de unas 800 personas podrán beneficiarse en una primera fase, de la puesta en marcha de la financiación de los dos medicamentos que en parte, costeará la Sanidad pública. El dato es una derivación de los aportados por el Ministerio de Sanidad, ante una iniciativa que pretende provocar un descenso notable en el hábito del tabaco después de que las medidas adoptadas en décadas pasadas, no dieran los resultados deseables.
La Delegación Territorial de Salud informó que desde comienzos de año, ya está en marcha el protocolo de financiación respecto a dos medicamentos Vareniclina (Champix) y Bupropión, que “son prescritos a los pacientes que así lo requieren con cargo del SAS, como cualquier otro fármaco”.
La delegación territorial recuerda que en ambos casos, estos fármacos ya eran prescritos por los facultativos si bien el paciente debía asumir todo el gasto. El protocolo por el que se prescriben estos medicamentos está abierto a cualquier médico de familia aunque lo único que cambia con la medida que ha entrado en vigor el 1 de enero, es que los compuestos pasan a estar financiados con un copago por parte del paciente conforme a su nivel de ingresos.
Un colectivo básico en esta nueva estrategia antitabáquica es el de los farmacéuticos. Desde el Colegio onubense se indicó que las oficinas de farmacia de la provincia ya cuentan con los stocks de estos medicamentos. Tan solo hubo un problema que surgió en un principio. Se trataba del hecho de que los laboratorios tuvieron que ir subsanando la circunstancia de que las cajas de los fármacos no venían dotadas con el correspondiente cupón precinto, que es el que recortan los profesionales de farmacia y que a ellos les sirve para pedir a la Administración la financiación.
De este modo, días antes del fin de 2019, el Colegio de Farmacéuticos de Huelva ofrecía sus más de 250 farmacias de la provincia y sus casi 600 farmacéuticos que trabajan en ellas, como un “recurso asistencial más para contribuir al éxito en la deshabituación tabáquica ante la inminente entrada en vigor de los tratamientos para dejar de fumar”. Con este fin, los farmacéuticos han ofrecido a la Administración sanitaria, una propuesta de colaboración para facilitar, además de la correcta dispensación de los medicamentos y labores de información y educación sanitaria, la identificación de la persona fumadora, la derivación al médico en el caso de cumplir los requisitos establecidos, así como el seguimiento del tratamiento en cuestión.
Es tan reciente la puesta en marcha de la financiación de estos medicamentos, que aún no hay datos de cuántos se han vendido. Lo que sí está claro es que la Sanidad pública confía en que se consiga una bajada notable de los porcentajes de tabaquismo que no han bajado lo deseado desde que se pusieran en marcha las leyes antitabaco de los años 2007 y 2010. De hecho, los neumólogos presagiaban que el porcentaje de la población adulta fumadora, que se contabiliza a partir de los 15 años de edad, se quedara a la mitad en dos décadas. Eso no lleva camino de pasar o para que suceda la evolución del hábito tabáquico tiene que experimentar un auténtico revulsivo que quizá venga con esta reciente medida.
De los fármacos para dejar el hábito, desde luego el más popular es el Champix que se receterá en su principio activo de Vareniclina. La acción cerebral de este medicamento es lo que lo hace el campeón de las terapias. Champix actúa en los receptores nicotínicos del cerebro como un agonista parcial, lo que quiere decir que corrige el síndrome de abstinencia y por otro lado evita la aparición de mecanismos de recompensa si el paciente cae en la tentación de fumar. Además, tiene pocas contradicciones y por lo general se tolera con mucha facilidad.
En este caso, los pacientes tan solo tienen una oportunidad al año para dejar el tabaco tomando este medicamento subvencionado. Esta medida viene dada por el concienzudo estudio previo del adicto que tiene que realizarse por parte del médico de familia o el del centro hospitalario porque el paciente ha de reunir una serie de requisitos para sumarse a la terapia.
El paciente idóneo tendrá que ser una persona con una alta dependencia al tabaco con muchos años como consumidor y también las personas con alguna patología cardíaca o pulmonar.
Con tomar el tratamiento, tener revisiones con el médico será fundamental ya que el fumador necesita un seguimiento muy estrecho por la posibilidad de una recaída durante las primeras semanas.
Aunque este medicamento esté subvencionado no quiere decir que todo el mundo deba seguir esta terapia. Existen multitud de tipos de fumadores: como el joven que tiene un consumo social de tres o cuatro cigarrillos en fin de semana. En ese punto no merecería la pena poner un tratamiento farmacológico. Este paciente podría seguir una terapia sustitutiva con nicotina. Todos los estudios señalan además, que la franja de edad en la que se da una mayor inquietud por dejar de fumar se encuentra entre los 40 y los 50 años.
Hay que insistir en que la novedad que ha entrado en vigor el 1 de enero, no supone un cambio en la dinámica que hay en los centros de salud para animar a los usuarios a dejar el tabaco. Todos los centros de salud cuentan con recursos para quienes quieren dar el paso aunque algunos son más activos que otros. Aparte, el Hospital Juan Ramón Jiménez cuenta desde hace ya años, con una Unidad de Tabaquismo que se encuentra ubicada en el Centro Virgen de la Cinta, y que por el que pasan anualmente, unos 100 pacientes.
Esta unidad es una consulta especializada denominada de nivel 2, caracterizada por la atención a fumadores que se encuentran en fase de preparación, es decir, que quieren dejar de fumar y han desarrollado patologías relacionadas con el consumo del tabaco. En esta unidad también acaban algunos pacientes que después de ser tratados en Atención Primaria en una consulta de nivel 1, han fracasado repetidamente y siguen queriendo dejar de fumar. Las consultas de Atención Primaria incluyen a todos los fumadores en sus distintas fases respecto al tabaco, es decir se hayan planteado o no dejar de fumar e incluyen en todos los casos consejo sanitario básico y material de apoyo.
Aumentan la ventas y los ingresos por el tabaco
Los que no deben tener temores por el momento, son los estancos. Según los datos facilitados por el Ministerio de Hacienda a mes de noviembre de 2019, se vendió tabaco en la provincia por un valor de 128.552.037 euros, en sus diferentes presentaciones. Esto supone un incremento respecto a ese mismo período del año anterior en el que se alcanzaron los 124.512.455 euros. Este incremento también se reflejó en las unidades vendidas porque se pasó de las 24.111.846 de 2018 a las 24.963.500 del año pasado.
Esto puede tener dos razones. Una de ellas puede ser que el fumador fume más o que influya en este negocio, el hecho de ser una provincia fronteriza que reciba clientes de Portugal. Ambas evoluciones desde luego, suponen aumentos del 3,2% y el 3,5% respectivamente. La población adulta que fuma en la provincia, es el 31,5% según los últimos datos mostrado por la Encuesta Andaluza de Salud. Si se compara dicho dato con el registrado en 2003, año en el que aún no se había tomado ninguna medida legislativa para evitar su consumo, la cifra se quedaba en el 32,3%. Desde entonces ha habido altibajos.
En algunos momentos, la tendencia descendente era esperanzadora aunque en los últimos años se ha percibido un repunte. Tal y como se señala en la Encuesta Andaluza de Salud, el 27,9% de la población andaluza mayor de 16 años manifestó consumir tabaco a diario: porcentaje mayor para los hombres (31,4%) que para las mujeres (24,6%). Por edad, el 37,1% de la población entre 45 y 54 años fumaba tabaco a diario, seguidos de la población entre 25 y 44 años (35,3%) y el 27,4 de entre 16 y 24 años.
Los porcentajes disminuyeron a partir de los 55 años, hasta alcanzar el 4,5% de la población mayor de 75 años. En la provincia de Cádiz se encuentra el porcentaje más alto que declaró fumar a diario y en Málaga el porcentaje mínimo. Huelva estaría en el segundo lugar en el ránking de provincias más fumadoras según se indica en el IV Plan Provincial de Salud. Según el nivel de estudios, –datos a nivel andaluz– el 32,2% de la población con estudios secundarios afirmó consumir tabaco a diario, seguidos de las personas con estudios primarios (27,3%) y, en última posición, las personas con estudios universitarios (19,8%). Las personas que más fuman a diario pertenecían a la clase social más desfavorecida (33,3%), frente al 18,3% en las clases sociales superiores.
Esa es una de las razones por las que se entiende que la medida que ha entrado en vigor el 1 de enero puede tener mayor eficacia ya que beneficiará especialmente a aquellos que no podían costearse el tratamiento. Las estadísticas demuestran tal y como se ha señalado, que cuanto menor es el nivel de ingresos, mayor es el consumo diario de tabaco. La edad media de inicio al consumo de tabaco es de 17 años: un poco más elevada para las mujeres que para los hombres. Se estima por otro lado, que la tasa de éxito del tratamiento farmacológico financiado es del 40%. Los estudios realizados acerca de aquellos fumadores que pretenden dejar el hábito recurriendo de manera exclusiva, a su fuerza de voluntad lo consiguen en tan solo un 3% de los casos.
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