Huelva Paranormal

Una experiencia con el ‘más allá’ y la muerte en Huelva

  • El fenómeno de las ECM o experiencias cercanas a la muerte es realmente interesante y plantea mil y un interrogantes, quizás el más serio sea si hay vida después de la muerte

Una experiencia con el ‘más allá’ y la muerte en Huelva

Una experiencia con el ‘más allá’ y la muerte en Huelva

Puede ser que haya -como decía el doctor Raymonf Moody- “vida después de la vida”. Casos hay muchos, se cuentan por miles en todo el mundo, pero hoy me quiero centrar en uno sucedido en Huelva capital y que tiene a Antonio L. como protagonista absoluto. Él mismo cuenta su experiencia: “Mira, José Manuel: yo no soy de creer en estas cosas, de hecho nunca me he interesado ni por OVNIs, ni por fantasmas, ni por temas religiosos ni soy una persona religiosa. Pero lo que me pasó me hace pensar que hay algo más. Había acabado de salir del trabajo y me dirigía a casa. No hay mucha distancia y, por eso, siempre voy en mi mini bicicleta y es una forma de hacer ejercicio. Recuerdo que hacía un calor de muerte, de estos días que hemos tenido que han sido horrorosos. La cosa es que llegué a casa acalorado y dejé la bicicleta plegada donde siempre. Entré en la cocina y mi mujer estaba haciendo de comer. La besé, abrí el frigorífico y me bebí un buen trago de agua fría. Me senté en el salón con la tele y el aire acondicionado y comencé a sentirme mal, a sudar frío, sentí que estaba mal”, decía Antonio.

“Acerté a llamar a mi mujer pero ya estaba muy ‘ido’, y entonces perdí el conocimiento. Pasó un ratito, no sabría decirte el tiempo, pero desperté y entonces vi a mi mujer y a los de la ambulancia. El médico no sabía más que repetir que estaba en parada y pidiendo algo. Yo entonces me levanté y me vi allí, al lado de mi propio cuerpo y del médico. El hombre se estaba partiendo la cara, y los sanitarios que iban con él estaban igual”.

“Uno de ellos trataba de calmar a mi mujer que le decía que mejor entrara dentro y no viera aquello. Yo me elevé un poco más. Estaba ya sobre el salón y entonces vi una luz blanca encima de mí, y a mis padres, que me llamaban. Yo no sentía nada. Me dirigí hacia ella y me sonreía gente que está muerta: mis padres, mis tíos, un primo mío, algunos amigos. Aquello me desconcertaba pero la luz me llamaba la atención. Entonces fue cuando escuché el llanto de mi mujer y no pude seguir, sabía que tenía que estar con ella, que estaba sufriendo” confesaba.

“Desperté al cabo de unas horas, muchas, en el hospital, y conté, cuando pude, lo que había vivido. El médico me dijo que sería por los fármacos que me metieron y que era una especie de alucinación pero le describí a la gente que me atendió, cómo iban vestidos, cómo se llamaban, lo que hicieron y eso lo desconcertó. No sé lo que viví pero desde luego hizo que cambiara mi forma de pensar con respecto a estas cosas”, decía.

Son muchas las personas que viven este tipo de fenómeno, yo no sabría decir si es debido a los fármacos o no, pero lo cierto es que la riqueza en las descripciones, lo que comentan y todo lo que rodean a esos momentos es cierto,  máxime en personas que no pueden tener la consciencia o ver lo que pasa a su alrededor y, si embargo, lo cuentan con un grado de fiabilidad asombrosa. ¿Hay vida después de la muerte? Sería la gran pregunta, tal vez esto nos dé algunas pistas.

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