Huelva

Un estatuto marco daría salida a la situación de atasco

  • La vicaría paró en 2006 los estatutos por cuestiones que todavía se debaten

Pleno celebrado en la casa de la hermandad de Pasión donde se pararon los estatutos.

Pleno celebrado en la casa de la hermandad de Pasión donde se pararon los estatutos.

Todos recuerdan aquel pleno en el que se estrenaba el vicario para la celebración de la Fe. Había recibido el proyecto de estatutos que su antecesor dejó para que aprobara.

El nombramiento de un nuevo vicario en la Delegación de Hermandades llegó con aires renovados. Eso es lo que se plasmó en la primera reunión plenaria en la recién estrenada casa de la Hermandad de Pasión en Plácido Bañuelos.

Allí se mandaba a parar la renovación propuesta de los estatutos por la anterior junta de gobierno y el delegado diocesano. La cuestión era atender a las críticas de algunas hermandades; esto lo obligaba cuestiones como encorsetar el futuro del propio Consejo a mantener la estación de penitencia y la Carreta Oficial conforme se encontraba establecida en los últimos años, no permitiendo el caminar por Concepción, mientras se dejaba un articulado para que la Cofradía del Nazareno quedara eximida de la Carrera Oficial. Con ellos, otros artículos con cuestiones no menores.

Diez años después de aquel pleno, que ha visto la renovación tanto de la junta como de muchos hermanos mayores, se sigue en el mismo punto y aspectos que eran más de un reglamento de régimen interno aparecen en unos estatutos que al final tendrá que firmar quien los paró en su momento. Sin embargo, ahora en las últimas reuniones de la comisión de los estatutos no ha sido citado el vicario para las hermandades. Desde la propia comisión avisan de que no tiene sentido llevar para adelante in extremis lo que no se sostiene en derecho. Muchas hermandades vuelven a presentar alegaciones y hay quienes lo harán a la totalidad. La actual junta de gobierno no sabe cómo quitarse de en medio la renovación de los estatutos y así las cosas pronto podrían caer en el cajón del olvido.

La realidad del hecho de que los estatutos no se aprueben es por la introducción de aspectos particulares y de interés exclusivo de alguna hermandad frente al colectivo, lo que crea agravios comparativos. Aspectos que son meramente organizativos, que deberían estar en un reglamento de régimen interno.

No se entiende esta dilación en el tiempo, pues esto quedó resuelto para las hermandades cuando algunas en sus estatutos querían introducir lo que se les ocurría pero no lo importante. Así que la actuación del Obispado fue la elaboración de un estatuto marco, que tuvo su primer momento en 1997 y completado en la Asamblea de Hermandades celebrada en la Diócesis, en 2014. Se da la circunstancia de que desde entonces la amplia mayoría de las hermandades tienen renovados sus estatutos y el Consejo no.

La Delegación de Hermandades viene trabajando en la promoción de los consejos de cofradías de los arciprestazgos y en los existentes en algunas importantes localidades de la provincia. Una oportunidad para articular lo fundamental es un estatuto marco para los consejos. Que liberen de todo lo superfluo, de debates en cuestiones organizativas y que se legisle para todas. En el estatuto marco para las hermandades es donde se encuentran las líneas que se debería seguir para renovar los estatutos del Consejo.

La vicaría para las hermandades, a la que no le han temblado las manos a la hora de tomar decisiones difíciles y mantener gestoras, tiene delante una actuación al respecto y no esperar la aprobación de unos estatutos por inanición que continúan cada año mostrando agravios comparativos y situaciones por resolver. Cuando lo que tiene enredado son detalles organizativos que se resuelven en un pleno. La pregunta es si la vicaría quiere entrar en ello.

El precedente está en la reforma de los estatutos que realizó la gestora de la entonces Unión de Hermandades, de 14 de agosto de 1997. Después de 21 años en una reforma que no es posible, no sería bueno tampoco forzar ahora. No es cuestión de decreto, pero quizás de una orientación por parte de la Delegación de Hermandades, en la elaboración de un estatuto marco con lo fundamental

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